(Narra Bree Mond) ― ¿Qué le vamos a decir a Deli? ― Me preguntó Annie mientras desempacaba parte de la ropa que traía en su maleta. Yo estaba sentada al borde de su ventana mirando hacía el bosque. ― No lo sé, que no tengo donde vivir… ¿No? ― Deli no estaba en el dormitorio pero eran cosa de minutos que apareciera por la puerta y se sorprendiera de verme aquí. ¿Cómo le diríamos que yo me iba quedar en su dormitorio? Bueno, si es que lo permitía. ― ¿Suena real? ― Levanté los hombros y girándome lentamente respondí. ― Depende de cómo lo hagas sonar. Y de pronto la perilla giró, ambas nos tensamos y nos paramos en hilera con las manos pegadas a los costados. Y apareció entonces una Deli que parpadeó varias veces, como si no creyera lo que veía. ― ¡Annie! ― Gritó y sus ojos se pusier