(Narra Dante Weiss) Al llegar a los límites sentimos el aroma de Carter, no tenía mucho que se había pasado por ahí, nos dejó una bolsa con prendas y una nota. “Iré por Annie, está en el centro veterinario.” Me vestí con aquellas ropas de inmediato y crucé la universidad seguido de Bree, que apenas podía andar con aquellos pants y camisa holgada. Alcanzamos a Carter, la universidad se veía desértica, no había ni un alma fuera a esas horas, las calles estaban vacías y solo eran audibles dos cosas, el sonido de nuestras pisadas y el del brutal viento que aullaban con violencia. Mi amigo sintió nuestro olor y se dio la vuelta de inmediato. Le explicamos mientras seguíamos avanzando lo que encontramos en el libro, su rostro fue inflexible, sabía algo, lo supe por el latido acelerado de su co

