El día no pasó tan lento como hubiese querido y, a la mañana siguiente, no le costó trabajo notar la tensión que había entre Tyler y Marlon. Era evidente hasta para él, ya fuera desde la forma en que se movían, hasta las rápidas miradas que le dirigían cada vez que lo encontraban por la escuela. El nerviosismo era palpable en sus rostros, o al menos eso pensaba el muchacho rubio. Solo que ellos no eran los únicos que se veían de esa manera. Un sentimiento de ansiedad también recorría a Pablo con el pasar de las horas. Él simplemente no lo entendía. Cameron Price ya no tenía nada que ver con su vida y si así era… ¿por qué le preocupaba tanto lo que fuera a sucederle? Sin embargo, aquellos sentimientos ya estaban allí y no había forma de que se marcharan. No importaba lo mucho que quisie