Cameron se inclinó al sonido de las campanas, mientras rezaba y pedía su deseo. "Este año deseo ser yo misma" Y es que bueno, era más fácil pedirlo que hacerlo por ella misma. "¡Y buenas notas en los exámenes para Tyler!" A su lado, su hermana sonreía, atrapada en su plegaria. —¿Qué has pedido? —preguntó, de forma tímida. —Poder convertirme en modelo pronto —contestó, entusiasmada. Cameron sonrió, enternecida. —Aún eres muy pequeña —explicó, revolviendo su cabello. —Entonces quiero un novio —volvió a inclinarse para rezar, pero Albert la detuvo. —Oh no, nadie tendrá novio aquí —advirtió, con amenaza. —Pero, Albert… —se quejó Camila. —Ni hablar. Desde ahora, tendré que cuidarte para que los chicos no se te acerquen. —¿Qué hay de mi hermana? —Cameron no necesita que la cuide,