8 de abril
Veinte extensas horas de vuelo, poco descanso y cambios de horarios que nos descoloca un poco; ese podría ser el resumen de nuestra llegada a Paris. Yana ha decidido que viniéramos directamente al hospital, pero con lo que no contábamos es con que toda la prensa estaría haciendo guardia afuera del lugar intentando tener un poco más de información acerca del estado de salud del embajador de Suiza.
Apenas bajamos del auto que nos trajo, los flashes de las cámaras comienzan a hacerse presente y es que todos comienzan a anunciar la llegada de la famosa diseñadora Aiyana Ackermann y por ende la hija de Silas Ackermann. Por mi parte trato de protegerla y abrirle paso entre todo este tumulto de gente hasta que finalmente conseguimos entrar —No respetan nada— Son las únicas palabras
