Entramos a la casa en medio de risas comentando el increíble momento que pasamos en el bar, hasta que me detengo en el foyer de la casa y me apoyo contra la pared —Llegamos— Digo a pesar de lo obvio.
Ella se reclina contra la pared del lado contrario y sonríe en respuesta —Llegamos— Repite y juega con sus labios.
—¿Sigues queriendo dormir conmigo esta noche?— Me cercioro.
Sin decirme una palabra, ella se aleja de la pared y se acerca a mí. Me pongo nervioso ante su manera de mirarme, y mucho más cuando pega su cuerpo al mío y pasa sus brazos por encima de mis hombros —Estoy completamente segura de que quiero dormir entre tus brazos esta noche— Declara y sonrió.
Llevo mis manos a su cabello y enredo mis dedos en este sin dejar de mirarla a los ojos —¿Serás buena conmigo y no me tentaras
