—Hola, Alyssa —Kasia nos abrió la puerta con una gran sonrisa. Mikkel llevó su mano a mi espalda y yo me removí para que no me tocara. —Hola. Entré y me fui directo al living. Escuché cómo Hummel suspiró con pesadez antes de sentarse a mi lado. —¿Quieren que les prepare algo para comer? —No, gracias —contesté tomando mi celular para avisarle a mis padres que tal vez me quedaría a dormir en la casa de Chyler. En realidad, tengo pensado hablar con Mikkel e irme, pero no sé si podré hacerlo —¿Serías tan amable de sentarte con nosotros, Kasia? Tenemos que hablar. Miré a Mikkel con el ceño fruncido. —¿Para qué? —gruñí. —Tú sabes para qué —apuntó el sofá qué estaba en frente de nosotros para que se sentara—. No sé cómo, pero Alyssa se enteró de que estuve enamorado de ti. ¿Tú le dijist