HANNAH —Hey, Hannah. Oliver me interceptó a la salida de mis clases cuando caminaba con Stuart. Intercambiábamos algunos saludos cuando nos cruzábamos, y me lo encontré muchas veces en la biblioteca. —Hola, Oliver —le saludé. Esa tarde no tenía mucho tiempo para pararme a charlar, había quedado con unas chicas que conocía para ir a comprar. Stuart se despidió hasta el día siguiente y yo no dejé de andar. —¿Qué tal te adaptas a este nuevo sitio? —se interesó. —Bien —aseguré, y me aferré la mochila a la espalda—. Me gusta mucho esta ciudad. Y tenía muchas cosas nuevas que ver y descubrir. Josh y yo fuimos a Graceland, la casa de Elvis, y dimos muchos paseos por parques y museos. Además, la zona de ocio nocturno no estaba nada mal. —Me alegra oír eso —dijo con una sonrisa—. Oye