HANNAH Era increíble. Procesar que estaba embarazada fue un proceso rápido y me encantó, sobre todo en verano porque no me preocupaba por nada, sólo por nuestro bebé. Salía de cuentas en septiembre y ya teníamos un plan para ello: me hospitalizarían una semana antes de la fecha prevista, y tendría que ser por cesárea, cosa que, creo que prefería porque eso significaba ¡anestesia! Y no estaba preparada que mi v****a tuviera que dilatarse hasta el tamaño de un bebé. Ni de puta coña. También tenía que relajarme completamente antes del parto, mi hipertensión se mezcló con otras cosas de embarazadas y no lo estaba pasando muy bien. Creo que mi sueño de tener muchos hijos ya no me hacía tanta ilusión. A veces, me dolía la cabeza por pensar en todas las consecuencias que aquello me podía dejar