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-Estoy muerta - les dije a las chicas.
Nunca habíamos tenido un entrenamiento tan duro, pero si queremos ganar el campeonato tendremos que empezar a entrenar así, el campeonato comienza la otra semana y tenemos que ganar.
-Nosotras también -dijeron.
Fuimos al camerino y como de costumbre yo me quede sola, la verdad suelo durar mucho duchándome y guardando mis cosas.
Al terminar tomé mi bolso y salí, decidí tomar otra ruta distinta y esta consiste en un atajo por detrás de las graderías de la cancha de Fut. Americano ya que casi nadie sabe de ese atajo solo mi mejor amiga Gemma y yo.
Me puse mis auriculares y comencé a caminar pero antes de dar el segundo paso pude divisar una pareja por las gradas, me escondí detrás de una pared y me fije bien.
Adivinen quien es.
Matt Johnson está con Ashley Olson la mas zorra del lugar y la capitana del equipo de porristas.
¿Qué se tiene este chico con las capitanas? Bueno no solo con las capitanas, en realidad con todo lo que se mueva.
Un sentimiento extraño recorrió todo mi cuerpo, sentí unas inmensas ganas de ir y golpearla, pero no estaría bien él no es nada mío y se nota que él lo está disfrutando.
Así que di la vuelta y volví a mi habitación por la ruta larga, he visto mucho por hoy.
Al llegar al cuarto me cambié de ropa, lave mis dientes y me acosté en la cama a leer en w*****d hasta que poco a poco el sueño se apoderó de mí.
-Me gustas, Kylie, siempre me has gustado -dijo Matt tomándome de la cintura y acercándome a él.
-Tú también me gustas - respondí tomándolo del cuello haciendo que acerque a mí para besarlo.
-Kylie despierta - abrí mis ojos y me encontré con esos ojos verdes.
-¿Qué? ¿Qué pasó?-pregunté aun medio dormida.
-Nada, solo pensé que estabas muerta - lo miré mal.
Estúpido.
Son las 3 de la mañana y Matt decide levantarse, definitivamente este chico quiere morir.
-Ay por Dios, estoy segura que no fue por eso, ya interrumpiste mi pesadilla, ahora dime-
-Tienes razón, lo que pasa es que tuve una pesadilla -dijo y se sentó junto a mí.
-Tus mentiras son muy malas - reí.
-Siente- tomó mi mano y la puso sobre su pecho, su corazón latía muy rápido y su pulso estaba alterado.
¿Qué tipo de pesadilla lo haría estar tan asustado?
Es la primera vez que lo veo así, tan indefenso, tan vulnerable, me dan ganas de preguntarle qué fue eso tan horrible que lo hizo alterarse así, pero si él quisiera decirme ya lo hubiera hecho.
-No mentías - me limité a decir, la verdad no estaba preparada para decirle algo, me dejó muy sorprendida.
-¿Puedo dormir contigo?-preguntó haciendo puchero.
Se ve tan tierno
¿Tierno?
Voy a vomitar yo pensé que Matt es tierno, no lo puedo creer.
-Solo hoy- Contesté. Su sonrisa se extendió mostrando todos sus dientes de una forma muy tierna.
-Con eso me basta- Matt, como un niño pequeño se tiró en la cama junto a mí, me abrazó y aunque el abrazo no estaba en mis planes lo dejé.