(...)
*Varios días después*
Abrí los ojos como cada mañana y miré el reloj junto a mi cama "8:29 am", me quedé en la cama esperando que la alarma sonará para levantarme.
Hoy no tenía clases porque se supone que hay un congreso, pero aun así estoy levantada muy temprano.
Lo que pasa es que hoy es un día especial, hoy debo buscar un trabajo de medio tiempo para ayudar a mi madre con algunas cosas de la casa y además algo de experiencia no me vendría mal.
Trabajar no es tan malo, digamos que sirve como distracción ya saben lo que dicen "Una mente ocupada no extraña a nadie" y creo que es lo que necesito ahora, no pensar en nada más que no sea, mis notas, mis libros y mi trabajo (si es que consigo).
Cuando la alarma sonó, me levanté y fui al baño, luego de bañarme salí y me puse unos jeans negros rasgados y una blusa manga larga, junto con mis tenis DC, metí algunas cosas en mi bolso, baje las escaleras y me despedí de mi madre, para luego salir de la casa.
Con un poco de suerte al final del día ya tendré trabajo.
Kail
Acostado en mi cama no podía parar de pensar en la chica de la fiesta y en lo mucho que me gustaría volverla a ver.
¿Está bien rendirse y no intentarlo?
Porque, es cierto, quiero volver a verla, pero ¿he hecho algo para volver a verla? En realidad no.
¿Pero cómo hago?
Saqué mi teléfono de la bolsa y llamé a Caleb, luego de tres tonos por fin contestó.
-¿Quieres venir?-
-Claro, llego en 15 - contestó y luego colgó.
Un rato después ya se encontraba abajo tocando la puerta, salí del cuarto y fui a abrir la puerta.
Lo saludé un choque de puños y subí a mi cuarto, mientras él buscaba comida en la refri.
Luego de un rato Caleb entró al cuarto y se sentó en el piso comiendo un emparedado.
-¿Y bueno?-
-¿Qué?
- Tú me llamaste, de algo quieres hablar, solo dilo...-
-Quiero que me des una idea para poder volver a ver a una chica que vi en una fiesta-
-¿Cuál de todas las fiestas a las que hemos ido?-
-La de disfraces, pero no logré saber ni siquiera su nombre y ahora no sé cómo contactarla -
-Fácil mi enamorado amigo, haz otra fiesta de disfraces e invita a todos los que fueron a la pasada y que la única condición sea que usen el mismo disfraz, pero espera ¿Qué pasó con tu amor por Mía? ¿Ya la superaste?-Quité mi mirada del balón de fútbol Americano y la puse en Caleb.
-Después de todo no eres tan tonto - dije bromeando-Sobre Mía, creo que me estoy dando por vencido con ella, es obvio que no quiere nada conmigo y está bien, no la puedo obligar a quererme.-
-Es que con esa fiesta todos ganamos, tú volverás a ver a tu enamorada y yo con un poco de suerte volveré a tener el polvo de mi vida con una conejita - Caleb se levantó del suelo, caminó hasta la cama y se tiró de espaldas para después soltar un suspiro.
-¿Conejita?-levanté una ceja.
-No cualquier conejita, ésta era como un ángel, era hermosa y del sexo ni hablemos-
-Jaja Okey -dije riendo - entonces.... haremos la fiesta el sábado-
-Suena bien-
-Mejor que bien-
(....)
Mía
Varias horas caminando por los sitios donde normalmente contratan a personas de mi edad y ninguno me servía por el horario en el que tenía que trabajar, hasta que llegué a una pizzería.
-Hola, vengo a buscar trabajo y en el letrero dice que buscan a una persona de mi edad y creo que cumplo con los requisitos - dije nerviosa.
La señora como de unos 45 años me inspeccionó por un momento y luego sonrió.
-¿Puedes empezar ahora mismo?-preguntó con una gran sonrisa.
-Claro - contesté
Ella fue hasta un cajón y sacó unas llaves.
-Aquí están las llaves de tu casillero, allí encontrarás todo lo necesario, espero que no me decepciones- sonrió -por cierto, me llamo Sally -
-No lo haré, y yo me llamo Mía, Mía Foster -le sonreí y luego fui adentro a donde se encuentra mi casillero.
No puedo creer que ya tengo trabajo y fue tan jodidamente fácil que ni yo me lo creo.
Poco a poco el sol se fue escondiendo hasta que la luna se hizo presente, la hora de salida sería a las 10:00pm y el reloj apenas marca las 7:00pm.
La pizzería conforme pasaban las horas se iba llenando cada vez más y el trabajo se hacía un poco más difícil.
Me será difícil acostumbrarme a esto pero no queda de otra, además entre semana será sólo medio tiempo y bueno ya los sábados y domingos si será un horario completo.
Ser grande es un asco.
Terminé de atender una mesa y fui a entregar el pedido.
-Mía atiende la mesa 7 por favor - me dijo Carly mi compañera de trabajo desde adentro de la cocina.
-Voy - grité
Sujete la libreta y comencé a caminar rumbo a la mesa, pero me detuve al ver quienes se encontraban allí.
Saqué mi teléfono de la bolsa y llamé a Caleb, luego de tres tonos por fin contestó.
-¿Quieres venir?-
-Claro, llego en 15 - contestó y luego colgó.
Un rato después ya se encontraba abajo tocando la puerta, salí del cuarto y fui a abrir la puerta.
Lo saludé un choque de puños y subí a mi cuarto, mientras él buscaba comida en la refri.
Luego de un rato Caleb entró al cuarto y se sentó en el piso comiendo un emparedado.
-¿Y bueno?-
-¿Qué?
- Tú me llamaste, de algo quieres hablar, solo dilo...-
-Quiero que me des una idea para poder volver a ver a una chica que vi en una fiesta-
-¿Cuál de todas las fiestas a las que hemos ido?-
-La de disfraces, pero no logré saber ni siquiera su nombre y ahora no sé cómo contactarla -
-Fácil mi enamorado amigo, haz otra fiesta de disfraces e invita a todos los que fueron a la pasada y que la única condición sea que usen el mismo disfraz, pero espera ¿Qué pasó con tu amor por Mía? ¿Ya la superaste?-Quité mi mirada del balón de fútbol Americano y la puse en Caleb.
-Después de todo no eres tan tonto - dije bromeando-Sobre Mía, creo que me estoy dando por vencido con ella, es obvio que no quiere nada conmigo y está bien, no la puedo obligar a quererme.-
-Es que con esa fiesta todos ganamos, tú volverás a ver a tu enamorada y yo con un poco de suerte volveré a tener el polvo de mi vida con una conejita - Caleb se levantó del suelo, caminó hasta la cama y se tiró de espaldas para después soltar un suspiro.
-¿Conejita?-levanté una ceja.
-No cualquier conejita, ésta era como un ángel, era hermosa y del sexo ni hablemos-
-Jaja Okey -dije riendo - entonces.... haremos la fiesta el sábado-
-Suena bien-
-Mejor que bien-
(....)
Mía
Varias horas caminando por los sitios donde normalmente contratan a personas de mi edad y ninguno me servía por el horario en el que tenía que trabajar, hasta que llegué a una pizzería.
-Hola, vengo a buscar trabajo y en el letrero dice que buscan a una persona de mi edad y creo que cumplo con los requisitos - dije nerviosa.
La señora como de unos 45 años me inspeccionó por un momento y luego sonrió.
-¿Puedes empezar ahora mismo?-preguntó con una gran sonrisa.
-Claro - contesté
Ella fue hasta un cajón y sacó unas llaves.
-Aquí están las llaves de tu casillero, allí encontrarás todo lo necesario, espero que no me decepciones- sonrió -por cierto, me llamo Sally -
-No lo haré, y yo me llamo Mía, Mía Foster -le sonreí y luego fui adentro a donde se encuentra mi casillero.
No puedo creer que ya tengo trabajo y fue tan jodidamente fácil que ni yo me lo creo.
Poco a poco el sol se fue escondiendo hasta que la luna se hizo presente, la hora de salida sería a las 10:00pm y el reloj apenas marca las 7:00pm.
La pizzería conforme pasaban las horas se iba llenando cada vez más y el trabajo se hacía un poco más difícil.
Me será difícil acostumbrarme a esto pero no queda de otra, además entre semana será sólo medio tiempo y bueno ya los sábados y domingos si será un horario completo.
Ser grande es un asco.
Terminé de atender una mesa y fui a entregar el pedido.
-Mía atiende la mesa 7 por favor - me dijo Carly mi compañera de trabajo desde adentro de la cocina.
-Voy - grité
Sujete la libreta y comencé a caminar rumbo a la mesa, pero me detuve al ver quienes se encontraban allí.