La chica de la fiesta

1404 Palabras
(...) *Varios días después* Abrí  los ojos como cada mañana y miré  el reloj junto a mi cama "8:29 am", me quedé en la cama esperando que la alarma sonará para levantarme. Hoy no tenía clases porque  se supone que hay un congreso, pero aun así estoy levantada muy temprano. Lo que pasa es que hoy es un día especial, hoy debo buscar un trabajo de medio tiempo para ayudar a mi madre con algunas  cosas  de la casa y además algo de experiencia  no me vendría mal. Trabajar no es tan malo, digamos que sirve como distracción  ya saben lo que dicen "Una mente  ocupada  no extraña a nadie" y creo que es lo que necesito ahora, no pensar en nada más que no sea, mis notas, mis libros y mi trabajo (si es que consigo). Cuando la alarma sonó, me levanté y fui al baño, luego de bañarme salí y me puse unos jeans negros rasgados y una blusa manga larga, junto con mis tenis DC,  metí algunas cosas en mi bolso, baje las escaleras  y me despedí  de mi madre, para luego salir de la casa. Con un poco de suerte al final del día ya tendré trabajo. Kail Acostado en mi cama  no podía parar de pensar en la chica de la fiesta y en lo mucho que me gustaría volverla a ver. ¿Está bien rendirse y no intentarlo? Porque, es cierto, quiero volver a verla, pero ¿he hecho algo para volver a verla? En realidad no. ¿Pero cómo hago? Saqué  mi teléfono  de la bolsa y llamé a  Caleb, luego de tres tonos por fin contestó. -¿Quieres venir?- -Claro, llego  en 15 - contestó y luego colgó. Un rato después  ya se encontraba abajo tocando la puerta, salí del cuarto y fui a abrir la puerta. Lo saludé  un choque de puños y subí  a mi cuarto, mientras él buscaba comida en la refri. Luego de un rato Caleb entró al cuarto y se sentó  en el piso comiendo  un emparedado. -¿Y  bueno?- -¿Qué? - Tú me  llamaste, de algo quieres hablar, solo dilo...- -Quiero que me des una idea para poder volver a ver a una chica que vi en una fiesta- -¿Cuál de todas las fiestas a las que hemos ido?- -La de disfraces, pero no logré saber ni siquiera  su nombre y ahora no sé cómo contactarla - -Fácil mi enamorado amigo, haz  otra fiesta de  disfraces  e invita a todos los que fueron a la pasada y que la única condición  sea que usen el mismo disfraz, pero espera ¿Qué pasó con tu amor por Mía? ¿Ya la superaste?-Quité mi mirada del balón de fútbol Americano y la puse en Caleb. -Después de todo no eres tan tonto - dije bromeando-Sobre Mía, creo que me estoy dando por vencido con ella, es obvio que no quiere nada conmigo y está bien, no la puedo obligar a quererme.- -Es que con esa fiesta todos ganamos,  tú volverás a ver a tu enamorada y yo con un poco de suerte volveré a tener el polvo de mi vida con una conejita - Caleb se levantó  del suelo, caminó  hasta la cama y se tiró de espaldas para después soltar un suspiro. -¿Conejita?-levanté  una ceja. -No cualquier  conejita, ésta era como un ángel,  era hermosa y del sexo ni hablemos- -Jaja Okey -dije riendo - entonces.... haremos la fiesta el sábado- -Suena bien- -Mejor que bien- (....)  Mía Varias horas caminando por los sitios donde normalmente  contratan a personas  de mi edad  y ninguno me servía  por el horario en el que tenía que trabajar, hasta que llegué a una pizzería. -Hola, vengo a buscar trabajo y en el letrero  dice que buscan a una  persona de mi edad y creo que cumplo con los requisitos - dije nerviosa. La señora como de unos 45 años me inspeccionó por un momento  y luego sonrió. -¿Puedes empezar  ahora mismo?-preguntó  con una gran sonrisa. -Claro - contesté Ella fue hasta un cajón y sacó  unas llaves. -Aquí están las llaves de tu casillero,  allí encontrarás todo lo necesario,  espero que no me decepciones- sonrió -por cierto, me llamo Sally  - -No lo haré, y yo me llamo Mía, Mía Foster -le sonreí  y luego fui adentro a donde se encuentra mi casillero. No puedo creer que ya tengo trabajo y fue tan jodidamente  fácil que ni yo me lo creo. Poco a poco el sol se fue escondiendo  hasta que la luna se hizo presente, la hora de salida sería a las 10:00pm y el reloj apenas marca las 7:00pm. La pizzería  conforme  pasaban las horas se iba llenando cada vez más y el trabajo se hacía un poco más difícil. Me será difícil  acostumbrarme  a esto pero no queda de otra, además  entre semana será sólo medio tiempo  y bueno ya los sábados y domingos  si será un horario  completo. Ser grande es un asco. Terminé de atender una mesa y fui a entregar el pedido. -Mía atiende la mesa 7 por favor - me dijo Carly  mi compañera de trabajo desde adentro de la cocina. -Voy - grité Sujete la libreta y comencé  a caminar rumbo a la mesa, pero me detuve al ver quienes se encontraban  allí. Saqué  mi teléfono  de la bolsa y llamé a  Caleb, luego de tres tonos por fin contestó. -¿Quieres venir?- -Claro, llego  en 15 - contestó y luego colgó. Un rato después  ya se encontraba abajo tocando la puerta, salí del cuarto y fui a abrir la puerta. Lo saludé  un choque de puños y subí  a mi cuarto, mientras él buscaba comida en la refri. Luego de un rato Caleb entró al cuarto y se sentó  en el piso comiendo  un emparedado. -¿Y  bueno?- -¿Qué? - Tú me  llamaste, de algo quieres hablar, solo dilo...- -Quiero que me des una idea para poder volver a ver a una chica que vi en una fiesta- -¿Cuál de todas las fiestas a las que hemos ido?- -La de disfraces, pero no logré saber ni siquiera  su nombre y ahora no sé cómo contactarla - -Fácil mi enamorado amigo, haz  otra fiesta de  disfraces  e invita a todos los que fueron a la pasada y que la única condición  sea que usen el mismo disfraz, pero espera ¿Qué pasó con tu amor por Mía? ¿Ya la superaste?-Quité mi mirada del balón de fútbol Americano y la puse en Caleb. -Después de todo no eres tan tonto - dije bromeando-Sobre Mía, creo que me estoy dando por vencido con ella, es obvio que no quiere nada conmigo y está bien, no la puedo obligar a quererme.- -Es que con esa fiesta todos ganamos,  tú volverás a ver a tu enamorada y yo con un poco de suerte volveré a tener el polvo de mi vida con una conejita - Caleb se levantó  del suelo, caminó  hasta la cama y se tiró de espaldas para después soltar un suspiro. -¿Conejita?-levanté  una ceja. -No cualquier  conejita, ésta era como un ángel,  era hermosa y del sexo ni hablemos- -Jaja Okey -dije riendo - entonces.... haremos la fiesta el sábado- -Suena bien- -Mejor que bien- (....)  Mía Varias horas caminando por los sitios donde normalmente  contratan a personas  de mi edad  y ninguno me servía  por el horario en el que tenía que trabajar, hasta que llegué a una pizzería. -Hola, vengo a buscar trabajo y en el letrero  dice que buscan a una  persona de mi edad y creo que cumplo con los requisitos - dije nerviosa. La señora como de unos 45 años me inspeccionó por un momento  y luego sonrió. -¿Puedes empezar  ahora mismo?-preguntó  con una gran sonrisa. -Claro - contesté Ella fue hasta un cajón y sacó  unas llaves. -Aquí están las llaves de tu casillero,  allí encontrarás todo lo necesario,  espero que no me decepciones- sonrió -por cierto, me llamo Sally - -No lo haré, y yo me llamo Mía, Mía Foster -le sonreí  y luego fui adentro a donde se encuentra mi casillero. No puedo creer que ya tengo trabajo y fue tan jodidamente  fácil que ni yo me lo creo. Poco a poco el sol se fue escondiendo  hasta que la luna se hizo presente, la hora de salida sería a las 10:00pm y el reloj apenas marca las 7:00pm. La pizzería  conforme  pasaban las horas se iba llenando cada vez más y el trabajo se hacía un poco más difícil. Me será difícil  acostumbrarme  a esto pero no queda de otra, además  entre semana será sólo medio tiempo  y bueno ya los sábados y domingos  si será un horario  completo. Ser grande es un asco. Terminé de atender una mesa y fui a entregar el pedido. -Mía atiende la mesa 7 por favor - me dijo Carly  mi compañera de trabajo desde adentro de la cocina. -Voy - grité Sujete la libreta y comencé  a caminar rumbo a la mesa, pero me detuve al ver quienes se encontraban  allí.
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