Deva Smith. El hombre me carga y me lleva a una habitación, me deja sobre la cama y allí espero al bastardo, sabía que solo fingía su actitud pasiva, seré yo quien lo haga pagar esta noche. La puerta se abre y lo escucho entrar, pensé que me sentiría nerviosa, pero me doy cuenta de que me gusta este tipo de adrenalina, creo que estoy mal de la cabeza, debe ser la costumbre por todas las ocasiones en las que me secuestraron. Lo primero que hace es soltar mi cabello y quitar mi pinza, es un hijo de perra. Se coloca sobre mí y me da una bofetada. —¡Abre los ojos! ¡Maravillosa actuación, señorita Smith! Suelto mi mano de su agarre y le devuelvo la bofetada. —Creo que aún no puedes conmigo, Seo Lee Suk. —¿Yo no lo creo? Me toma del cabello y me da la vuelta, me habla al oído. —Voy