Deva Smith. Ayer cuando llegue a casa Alina y mi hija ya estaban dormidas, esta mañana desperté temprano para hacer el desayuno, pero... mi rostro está inflamado y mi labio partido tardará en sanar. Mientras preparo chocolate caliente recibo una llamada, es Seo Suk. —Hola, Seo Suk. —Deva, me iré mañana y necesito que veas algo, te lo envié por mensaje, lo grabo Yung, es que lo envié a investigarte el día que paso eso, bueno, lo entenderás cuando lo veas. —Seo Suk, ¿quieres venir a cenar esta noche? —Sabía que te habías enamorado de mí, pero no eres correspondida, Deva. —¡Ja, ja, ja, eres un maldito narcisista! Solo lo hago porque tú me invitaste a cenar, tómalo como devolver el favor. —Está bien, pero tienes que despedirme bien, Deva. Espero velas y me gustan las bragas hechas de