—¿Qué pasa Gema te encuentras bien?
Empiezo a llorar y él me abre la puerta de la limusina para que me suba.
—No me lleves a la casa Toni por favor.
—Pero a dónde te llevo, además Ethan se pondrá furioso cuando no te encuentre.
Lo pienso por un momento y tiene razón, no es justo que pierda su empleo por mi culpa.
—Tienes razón llévame a la casa.
—¿Tienes hambre?
—¿Qué?
—¿Qué te parece si vamos a cenar algo?
—La verdad si tengo hambre no probé la comida.
Estaciona la limusina y se baja, a los pocos minutos regresa con una bolsa de comida y se sube a mi lado.
—¿Tacos?
—No me digas que eres de las mujeres que no comen grasa.
—Oh no yo jamás le digo que no a unos sabrosos tacos.
Cenamos mientras me cuenta que a Bea la conoció hace poco pero que quedó enamorado de ella en cuanto la vio, estamos terminando y su teléfono empieza a timbrar, contesta y pone el altavoz.
—¿Toni dónde está Gema?
—La deje en la casa Ethan, me dijo que se sentía un poco mal.
—No vuelvas a llevarla a ninguna parte sin antes preguntarme a mí, quedo claro.
—Si, voy de regreso al museo.
—No te preocupes nos quedaremos un rato más.
Cuelgan y Toni se queda viéndome avergonzado.
—Sigo sin entender para que me trajo.
—Ethan es un buen hombre.
—No me digas.
—Si, de verdad que no entiendo su comportamiento.
—Pues será que yo lo convierto en demonio porque no veo otra explicación.
—No sé como ayudarte, podría decirte que te fueras, pero con el dinero que tiene te encontraría enseguida.
—Y sin contar que dejaría a mi madre y mi hermano en la calle.
Sale de la limusina y me lleva a la casa, entro y me voy directo a la cabaña, es el único lugar en el que me siento cómoda, antes de quitarme la ropa me veo en el espejo, es verdad me veía muy bien, soy muy parecida a mi padre, cabello rubio, ojos verdes, mi nariz es pequeña, mis labios un poco gruesos, muchos me dicen que soy muy bonita, tal vez por eso estoy aquí siendo el trofeo de Ethan, me quito el maquillaje y el peinado, me doy una ducha y me quedo ahí llorando sin darme cuenta de cuanto tiempo pasa.
Salgo y me pongo mi pijama, la que yo traía, quiero sentir por un momento que sigo en mi pequeño apartamento, dónde no tenía comodidades pero era feliz, escucho la puerta abrirse y cierro los ojos.
—Ethan que vergüenza nos hizo pasar tú mujer saliendo de la fiesta sin despedirse, deberías hablar con ella para que aprenda buenos modales, no te desvíes de tus planes.
—Si Pau lo haré, ahora si me permites voy a entrar a la cabaña ya puedes irte a descansar.
—Deberías de dejarla aquí para que no caigas en sus redes.
—Pau nunca me ha gustado que me digan que hacer.
—Lo siento yo solo..
—Hasta mañana Pau.
Escucho unos pasos que se alejan, me imagino que es la cotorra que ya se va a dormir y por fin callarse.
Se abre la puerta y siento los pasos de Ethan acercándose, me acaricia la cara y me da un beso en la frente, estoy por soltarme llorando cuando lo escucho alejarse y cerrar la puerta.
Me pongo a llorar y no sé a que hora me quedo dormida.
Me despierto muy tarde con la luz que entra por las ventanas, me siento un poco más tranquila, me preparo un café y me siento en la pequeña mesa cuando suena mi teléfono, es Asher.
—Enana te tengo malas noticias.
—¿Qué pasa Ash estás bien?
—Si, pero mi jefe hablo conmigo está mañana y me pospusieron las vacaciones no sé hasta cuando.
Me pongo muy triste pero no quiero que lo note.
—Bueno ni modo, ojalá que no tarden mucho en darte las vacaciones.
—Si eso espero, bueno tengo que dejarte cuídate enana y no olvides que te quiero.
—Yo también Ash.
Colgamos y mi ánimo baja por completo, extraño tanto mi trabajo, a mis compañeros.
Voy saliendo para ir a la casa y al entrar a la piscina me encuentro a Pau, trae un traje blanco, por lo que puedo ver muy caro, con una falda muy corta para mi gusto.
—Precisamente iba a hablar contigo.
Yo me preparo mentalmente para escucharla.
—No puedes hacer cosas como la que hiciste ayer, salirte en medio de un evento sin despedirte de nadie, debes de saber que te casaste con un hombre muy conocido y respetado.
—Si es todo lo que querías decirme me voy.
La cotorra me toma de la mano con fuerza.
—Tú no eres la mujer indicada para Ethan, espero que pronto se de cuenta de eso.
—Yo también lo espero, es más rezo para que suceda.
Me suelto de su agarre con tanta fuerza que la hago perder el equilibrio y cae a la piscina, de pronto empieza a gritar como loca, por un momento me preocupo por si no sabe nadar, pero en eso llega su súper héroe y la saca de la piscina.
—¿Pero qué sucedió Pau, como te caíste al agua?
Ella hace un puchero.
—Tú mujer me aventó, sólo porque vine a hablar con ella de lo que paso ayer.
Ethan me ve sorprendido.
—Gema le debes una disculpa a Pau, no puedo creer que la empujaras a la piscina.
—En primer lugar no la empuje, ella se cayó y en segundo lugar no tengo porque pedirle disculpas.
Camino con prisa a la cabaña mientras Ethan me está gritando.
—Gema ven acá, Gema te estoy hablando.
Idiota, imbécil y esa cotorra presumida ya me tienen harta.
Me meto al baño para darme una ducha, estoy que echo chispas cuando se abre la puerta, Ethan trae su traje mojado por salvar a su cotorra en apuros.
Para mi sorpresa empieza a desvestirse y rápidamente se mete a la regadera conmigo, de inmediato me arrincona en la pared y me toma con agresividad.
—Tienes que respetar las reglas de esta casa, te comportas como una niña mimada.
Empiezo a acariciar su espalda y antes de que siga regañándome lo beso, él sigue moviéndose y en un instante todo se borra de mi mente sólo siento el placer que me provoca.
En un momento me pone con cuidado en el suelo, termina de bañarse y se sale, a los pocos minutos salgo yo y me cambio con mi ropa viejita, no estoy de ánimos para ponerme ropa nueva.
Salgo del baño y está sentado en la orilla de la cama, trae sólo el bóxer.
—Puedes explicarme porque te fuiste así de la fiesta.
—¿Es enserio?
—Claro quiero que me digas que está pasando.
—Mira Ethan yo te lo advertí, soy paciente pero no soy idiota, no puedo entender para que te casaste conmigo si tienes a Pau.
—¿De qué estás hablando? Como se te ocurre pensar que puedo ver a Pau como mujer, fue la mejor amiga de mi hermana.
—Pues ella hubiera sido la mujer perfecta para ti, aún no entiendo porque te casaste conmigo.
En eso suena su teléfono y sale de la cabaña, me cambio de nuevo para ponerme mi traje de baño y me voy a nadar, se me pasa el tiempo volando cuando Nelly llega a avisarme que en unos minutos va a servir la cena.
Voy a cambiarme y me pongo un pantalón nuevo con una blusa de un material muy bonito, es color verde por lo que mis ojos resaltan mucho, cuando estoy lista me voy al comedor, me sorprendo al ver a Trent quien muy alegre se acerca a saludarme.
—Hola Gema, estás guapísima como siempre.
—Hola Trent, muchas gracias.
—Cuando terminen de saludarse tan efusivamente los esperamos en el comedor.
Ethan y Pau se van al comedor.
—Creo que a Ethan le sentó muy mal el matrimonio, está insoportable.
Yo sonrío y nos vamos al comedor, empezamos a comer mientras la cotorra no deja de hablar como siempre, Trent voltea a verme y tuerce los ojos, sin poder evitarlo me hace sonreír.
—Creo que tú Gema y Trent harían una pareja perfecta, son muy parecidos.
—Pues que te digo Pau, si yo la hubiera conocido antes que Ethan seguramente no hubiera perdido mi oportunidad.
Ethan se pone de pie molesto.
—Bueno ya es tarde, Trent la habitación de invitados esta lista para ti, si nos disculpan Gema y yo nos vamos a dormir.
Me toma del brazo casi arrastrándome a su habitación.
—No me gusta la manera en que te llevas con Trent.
—Pero si yo ni hablo.
—No me importa Gema, ya basta de dejarte hacer lo que te dé la gana, de ahora en adelante vas a volver a mi habitación y vas a respetarme como tú marido.
—¿Puedo ir por mi ropa?
—No, Nelly te la va a traer mañana.
—Ethan no entiendo que quieres de mi, me ignoras, me haces el amor, te enojas por todo lo que hago ¿para que me compraste?
—No digas eso Gema.
Empiezo a llorar.
—¿Porqué yo? Que culpa tengo que mi hermano quisiera ser tu socio, sabes lo que sentí cuando llegue aquí y me dijeron que tenía que casarme, mi madre ni siquiera me dejo hablarle a mi mejor amigo, porque aunque no lo creas Asher es mi amigo y nada más, llegue a una boda en la que no escogí ni el vestido, con un hombre que no conocía.
Los nervios me traicionan y me dejo caer al suelo llorando, no puedo calmarme, Ethan se acerca y me levanta en los brazos, me acomoda en la cama y me abraza mientras yo no dejo de llorar.
—Gema por favor cálmate, te puede hacer daño.
Comienza a desnudarme y me deja con la ropa interior, se acuesta y me abraza, yo sigo llorando hasta que me quedo dormida.
En la mañana Ethan me despierta acariciándome y empieza a besarme, estamos desnudos y está a punto de tomarme cuando tocan la puerta.
—¿Ethan estás despierto?
Esto es increíble, lo empujo y cómo está descuidado se cae al suelo.
—¿Pero qué te pasa Gema?
Me levanto furiosa, entro al baño y al verme en el espejo estoy echa un desastre, me doy una ducha para quitarme el coraje, me pongo ropa cómoda y aunque no quiero bajar no me queda de otra, creo que Ethan salió a ver que necesitaba su cotorra en apuros.
No hay nadie en el comedor y me voy directo a la cocina.
—Gema que bueno que ya despertaste ¿te sientes mejor?
Yo no sé porque me lo pregunta y ella me ve esperando la respuesta.
—Ethan me dijo que te sentías un poco mal.
—Ah si, ya estoy mejor Nelly gracias por preocuparte ¿donde está Ethan?
—En su oficina hablando con el joven Trent y con Pau.
—¿Quieres desayunar?
—Si Nelly pero aquí si no te molesta.
—No claro que no.
Me da un café y yo me lo tomo metida en mis pensamientos, si tan sólo Asher hubiera venido, en eso suena mi celular, es Hanna.
—Hola Gema ¿cómo estás?
—Hola Hanna, bien ¿y tú?
—Bien, te hablo para invitarte a comer está tarde, mis amigas y yo vamos a festejar la soltería.
—Vaya, soy la menos indicada en festejar eso, pero sí, acepto.
—Te mandaré la dirección por mensaje.
—Está bien, gracias.
Me animo un poco al pensar que voy a conocer más gente.
Termino de desayunar y me voy a la cabaña a recoger mi ropa, pero ya no esta, imagino que Nelly la llevo a la habitación de Ethan.
Paso por la piscina y me siento en la orilla, meto los pies al agua mientras me quedo pensando, será que algún día podré pedirle el divorcio a Ethan, tengo que hablar con Gonzalo.