—Y-Yo… —me atraganté. ¿Cómo podía perder el control así de la situación? —No creo que sea necesario inmiscuirnos en eso —suspiró mi padre, salvándome y dándome tiempo extra para hallar una respuesta—. Eso es privado. Luciano alzó su ceja y me miró nuevamente, exigiendo una respuesta. —Nosotros… nosotros… —respiré con fuerza. ¿Cómo podía ser tan difícil? ¡Eso me ganaba por haber creado tantas mentiras!—. Nos casamos. Silencio total, pero al menos había conseguido distraer la atención del otro tema… y es que definitivamente no quería comenzar a hablar de mi vida s****l. —Eso es imposible —rió Chris, histérico por la sorpresa y también por no saber de qué otra forma reaccionar—. S-Son primos, es ilegal… —Lo sabemos pero… ¡fue un accidente! —exclamé desesperado. —Hijo, yo sé de esos e