Natalie —E-Estoy enamorada de Ethan —admití en voz alta. Tenía el corazón latiendo en mi garganta y una sensación nauseabunda que no se me quitaba para nada. Quizás sufriría un infarto, pero ya estaba hecho. Sabía que los gritos comenzarían apenas lo dijese, pero la verdad es que hubiera preferido un poco de shock para ganar algo de tiempo. Para mi mala suerte, aquello no sucedió. —¡Natalie, deja de bromear! —ordenó mi madre al instante—. ¡Es de muy mal gusto! —¡No es broma! —¡Natalie Thompson! —mi tía Blanca se veía indignada—. ¡Suelta la mano de mi hijo, ahora! Tragué saliva, sumamente nerviosa. ¿Qué más tendríamos que pasar? —¡No! —replicó Ethan firme y sujetando mi mano con mayor fuerza, como si aquella simples palabras pudieran en verdad separarnos—. ¡Yo también estoy en