Natalie
El rubio se quedó boquiabierto, mientras Nancy le miraba fijamente con una expresión de entendimiento, casi de compasión.
—Lo sé, tal vez te avergüence y todo, pero vivimos en un mundo moderno, primo, y serás aceptado sin…
—Y-Ya cállate —murmuró, cubriéndome el rostro como siempre hacía cuando estaba avergonzado.
Dejó la taza sobre la mesa de noche.
—Ethan no es gay, Nancy —comenté, riéndome aún, pues estaba tremendamente aliviada—. Sólo le ha sido difícil acostumbrarse a las cosas aquí… En América tienen tradiciones muy distintas a las nuestras.
—Pero nunca sale con chicas —se quejó Nancy.
Mi primo rubio alzo su ceja.
—Eso no me hace gay —reclamó, avergonzado—. Agh… es por los rumores y esas historias sin sentido que siempre circulan entre las chicas, ¿no? Admítelo, sé
