29

3519 Palabras

Era el tercer día de entrenamiento… y ya tenía, el torso y los brazos llenos de cardenales, una muñeca torcida y la creciente sensación de que no lo lograría. Sobre todo cuando Sebastien me contó que un chico había hecho lo mismo que él, persistente por entrar en el equipo, había hecho todos los retos y además, le había ganado a Kevin el partido uno a uno. Pero un día, había caído por las escaleras y se había roto la pierna, no pudiendo jugar nunca más. "¿Mala suerte o…?", pensé, imaginando lo peor. El chico se llamaba Gabriel y era el chico silencioso que nunca salía en los descansos, almorzaba en el salón y se marchaba de inmediato apenas sonaba la campana. Era pelirrojo y de ojos verde agua, y siempre estaba dibujando. Cuando Sebastien nos llevó a hablar con él, no pude evitar se

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR