Me alejé de golpe, mientras dejaba escapar de golpe todo el aire acumulado. Frente a mí, Natalie me miraba con sorpresa, con sus ojos inundados de un brillo que, no importaba como, deseaba seguir viendo a como diera lugar. —¡¡Así se hace, tigre!! —Las voces combinadas de Carl y Nicholas cruzaron por sobre el ruido de la fiesta. —¡¡L-Lo siento!! ¡No fue mi intención! —volteé, preparado para darle una paliza a quien había provocado aquello, cuando ella rió—. ¿Q-Qué pasa? —pregunté, levemente preocupado. ¿Acaso ella se burlaría de que aquel fuera su primer beso? —T-Tienes… tienes pintura de labios —murmuró ella, totalmente avergonzada. Me llevé la mano a los labios al instante, sorprendido, justo antes de estallar en una risa junto a ella. De pronto me sentí tremendamente feliz y lleno

