[JIMENA] Con nuestras manos entrelazada caminamos hacia el palco donde están nuestros asientos y a medida que vamos atravesando los lujosos pasillos, puedo sentir como la gente nos mira. — Te ves tan hermosa que por eso la gente te mira tanto. — Me susurra haciéndome sonreír. Delicadamente sus dedos juegan con los míos y una sensación de plenitud me invade al sentir que el amor que tanto había soñado vivir algún día se está haciendo realidad con él — Tú tampoco te ves nada mal. — Rebato y comienzo a mirar al suelo para no tropezarme con ninguno de los escalones que nos llevan hacía nuestro palco. Amablemente mueve la cortina roja de felpa a un lado y me permite pasar primera al balcón para encontrarme con el interior del teatro. El color dorado de sus paredes, los murales, el fresco en