Al llegar al supermercado, Nathan toma el carrito mientras yo escojo algunas cosas, como él se va a ir el fin de semana compra solo lo necesario. —Nunca me había gustado tanto hacer las compras como hoy —dice mientras subimos las bolsas al jeep. —Tardamos dos horas —lo regaño—. A cada paso nos besábamos, estoy segura que los que revisan las cámaras se divirtieron de lo lindo. Me toma de la cintura y vuelve a besarme. —Estábamos recuperando los besos que no nos dimos durante el día —se justifica y todavía nos faltan muchos. Nos subimos y empieza a conducir—. ¿A dónde nos vamos a ir de luna de miel? —me pregunta sonriendo y muevo la cabeza. —Dijiste que a una isla paradisíaca . —No lo sé, estoy indeciso, ayúdame a buscar un lugar muy caro —bromea. —¿Cómo se te ocurrió hacer una apu