Dos días habían pasado desde que había empezado mi celo y tenía una necesidad incontrolable de sexo, necesitaba sexo y para colmo no dejaban que los gemelos se acercaran a mas de 40 metros de mi habitación, miro por la ventana, se supone que en una semana vendrá una familia de Alfas la segunda familia mas poderosa después de la mía, se supone que vienen a rendirme su respeto y a darme su lealtad.
Miro a los gemelos pasearse por los jardines, odio esto, odio no poder lanzarme a sus brazos, tengo ganas de que los gemelos pasen sus manos por mi cuerpo mientras yo me dejo hacer lo que ellos quieran hacer conmigo, imagino sus labios sobre mi piel, comienzo a desnudarme por el horrible calor que de repente azota mi cuerpo me desnudó lentamente como si ellos me estuvieran observando pero la realidad es que solo hablan entre ellos mientras miran a otro lado, sin percatarse de que yo los miro con deseos de que me devoren entera.
Tocan la puerta y se que es Ginger, me visto rápido, antes de ir a abrir la puerta, ella trae una posición azulada que no tiene olor, ella avanza hasta estar frente a mí.
— Creo que lo mejor será dormirte, tu olor ya esta haciendo muy duro el trabajo de las guardias pues los guardias y los gemelos han tratado de acercarse y si te duermo tu olor disminuirá además te he notado muy aburrida— ni siquiera me pregunto solo acerco esa posición a mi boca y me tapo la nariz para que abriera la boca, la tuve que pasar por que tenía un horrible sabor, me mareé.
— Odio tus métodos— dije antes de caer en la obscuridad.
Me despierto y siento un mareo horrible cuando me siento de forma rápida, los músculos me duelen por tenerlos tensos, miro la hora y la fecha, ya ha pasado una semana, ¿en serio dormí tanto tiempo o mejor dicho me hicieron dormir tanto tiempo? Gruñí me dolió mi cabeza, también le gruñí a Ginger que al parecer sabía que iba a despertar hoy, de otra manera no me explico su presencia en mí habitación.
— Despiertas justo a tiempo, debes meterte a bañar, la familia del Alfa Hernán vendrá pronto y mas vale que estés vestida de forma adecuada— con una mano en la cintura la miré.
— ¿Y según tu cual es la forma adecuada de estar vestida?— ella sonrió con malicia e hizo aparecer un vestido que es lindo, no es demasiado elegante ni tampoco demasiado casual, es una combinación perfecta -a esto me refiero-
— ¿Y si me niego?— pregunte cruzándome de brazos.
— Me temo que no me quedará más remedio que ponértelo a la fuerza y no dejar que te lo quites hasta que te vayas a dormir— gruñí, me levante para meterme a bañar, aun era muy temprano pero supongo que llegarán para el almuerzo.
— Ya que paso mi celo ¿puedo pedir que los gemelos me acompañen a desayunar aquí en mi habitación?— ella asintió.
— Cuando estés lista los llamaré— asentí, me metí a bañar, después de bañarme me seque el cuerpo y en fin hice toda una rutina aburrida que ustedes ya conocen, el vestido que me dejo Ginger es de dos piezas un corset n***o que tiene tirantes de moños pequeños y una falda color palo de rosa de seda y tal que cae libremente.
Me puse unos tacones en color palo de rosa, me maquillé ligeramente y me deje el cabello suelto, terminé de arreglarme, me dirigí al balcón donde me senté en una de las sillas a esperar a los gemelos.
Los gemelos aparecieron, unos minutos más tarde junto a los sirvientes que traían nuestro desayuno.
— Wow estás preciosa— me alago Marlon, ellos también se veían bien, traían unas camisas negras con pantalones de mezclilla negros, no se veían mal, el n***o les quedaba muy bien.
— Ustedes también se ven muy guapos— nos sentamos en la mesa del balcón admirando lo hermoso del jardín, en ningún momento tocamos el tema de mi celo y eso se los agradecí silenciosamente pues aun me avergonzaba el sueño que tuve con ellos.
Cuando terminamos de desayunar aun nos quedamos un par de horas hablando, no nos dimos cuenta del tiempo hasta que las trompetas que anuncian la llegada de los invitados sonaron en cada rincón del palacio.
Nos levantamos, ellos me ofrecieron sus brazos y yo los tome, salimos de mi habitación, también Julius había vuelto a ser mi guardia personal, mire a Julius con una sonrisa que obviamente no me correspondió pero no me importo.
Bajamos casi corriendo por que se supone que yo tendría que haber bajado antes de que las trompetas sonaran pero no estaba mirando el reloj así que no me percaté del tiempo, escuche las voces de mis padres junto con la de los invitados, al llegar al lugar un olor a menta y caramelo me llego.
— Mate— ronroneo Gina, ni siquiera reaccione cuando un chico me aparto de los gemelos y me abrazo, yo solo podía concentrarme en lo bien que olía, le correspondí el abrazo sin pensarlo mas.
— MÍO— rugí reclamando al desconocido que al parecer es mi mate, no me importaban las miradas de todos solo me concentré en lo bien que olía siendo tan mío y yo tan suya, me separé un poco para mirarlo a los ojos.
— MÍA— también rugió, hicimos contacto visual, me sonrojé, tenía una mirada tan profunda y tan seria pero pude notar que le guste tanto como él me gusta a mi.
— Bueno, bueno ya suelta a mi hija Jorah o haré que te arresten— gruño mi padre, mi mate que al parecer se llama Jorah dejo de abrazarme pero me agarro la mano, creo que no quería dejar de tocarme aun que el toque fuera tan inocente.
— Lo siento majestad pero jamás me imaginé que la princesa mas hermosa en todas las generaciones de licántropos reales fuera mi mate— me volví a sonrojar ante las palabras de mi mate.
— Deja a los chicos Jared, tu conoces a mi hijo desde que era un cachorro recién nacido y sabes que no tienes de que preocuparte— habló el que al parecer es padre de Jorah.
— Lo se viejo amigo pero solo te dire una cosa Jorah, si veo a mi cachorrita llorando por culpa tuya entonces haré que el Dios Sol te convierta en un montón de huesos calcinados ¿me entendiste?— Jorah sin dejarse intimidar asintió seriamente, él es mucho mas alto que yo mi cabeza le llega por debajo del hombro.
— Le juro que no haré nada que pueda lastimarla físicamente o sentimentalmente— mi padre asintió y entonces todos fuimos al comedor, mi madre me sonrió con picardía, Zack le lanzaba dagas con los ojos, Amara trataba de calmarlo pero él estaba más centrado en matarlo con su mirada.
Los gemelos me miraban desconcertados, la mamá de mi mate me sonreía con amabilidad, nos sentamos en el comedor, Jorah no dejo que los gemelos se sentaran junto a mi, con un gruñido y una mirada hizo que se sentaran al otro lado de la mesa, frente a nosotros, Amara quería reírse lo sé, la conozco, Brooke no estaba por ninguna parte así como tampoco Christofer, Julio tardo en llegar.
— Así que Amaris— lo mire — ¿Que te gusta hacer?— me reí, quería iniciar una conversación conmigo mientras todos nos miraban atentamente y él estaba tenso por eso.
— Tranquilo ya tendremos tiempo de conocernos cuando nadie nos esté acosando con la mirada— él suspiro y asintió, Zack clavaba el tenedor en su carne con demasiada fuerza mientras miraba mi mano unida a la de Jorah que estaban sobre la mesa.
— Así que Jorah ¿como planeas hacer a mi hermana feliz?— el ambiente tenso había vuelto.
— Eso no es asunto tuyo querido hermano— gruñí.
— Le pregunte al burro no a la dueña de la granja— mi hermano estaba tomando actitudes muy infantiles y lo sabía pero no le importaba.
— Zack cálmate— Amara intento tomarlo de la mano pero él no dejo que lo hiciera.
— ¿Le vas a contar sobre tu Luna postiza que cada noche visita tu cama?— me tensé, Hera la madre de Jorah intervino.
— Discúlpeme por meterme príncipe pero esa loba ya no ha pisado nuestra casa desde hace años, ella fue un error en la vida de mi hijo y le doy mi palabra de que no volverá a la manada— mire a Jorah pero él evito mi mirada.
— ¿Esta segura Luna Hera? por que yo la última vez que estuve en su manada la vi muy acaramelada con su hijo y él le juro que sería la próxima Luna de la manada y que rechazaría a su mate, a mi no me engañas Jorah esto lo haces por tu deseo de poder— solté la mano de Jorah, él intentó volver a tomar mi mano pero no se lo permití, mis padres solo observaban igual que los demás.
Siendo sincera yo no creía que fuera por poder pero había una manera de averiguarlo, me levante.
— Si me disculpan estaré en mi habitación, necesito hacer algo— Jorah intento alcanzarme pero Julius se lo impidió, debía contactar con la Diosa Luna.