Katherine. Han pasado algunos meses, ahora tengo cuatro meses de embarazo y me siento ansiosa, quiero cumplir los cinco meses para saber el sexo del bebé. Quiero saber si tendré una niña o niño, aunque lo único que me importa es que nazca bien. Observo desde mi ventana hacia abajo. Nicolás y Alessandro juegan como si mañana no existiera. Estos últimos meses estamos mejor que nunca. Mi celular suena y contesto rápidamente. —¡Amiga, tengo buenas y malas noticias! —Dime la buena primero y después la mala. —¡El hermano de Alessandro despertó y quiere verlo! —¿Y la mala? —Creo que no me acepta como su futura esposa, estoy triste. —Sí, dejarás de acosarlo talvez él te tomaría en cuenta. —¡Que no es acoso! Todo el tiempo que pasamos juntos, le leí mis libros favoritos y le conté muchos