Recostada sobre su pecho no podía creer que pudiera tener tanta tranquilidad y felicidad al mismo tiempo, él podía hacerla sentir segura, en sus brazos simplemente no tenía miedo.
Ian jugaba en la arena junto con su nueva abuela Margarita que estaba mejor que nunca.
Alejandro miro a Sophia de reojo, parecía estar tranquila, no estaba seguro de si estaba dormida, echo un vistazo hacia su madre adoptiva y vio aquella escena como un sueño, uno que no pensó que tendría.
— Ahora entiendo... — susurro sin dejar de ver la escena. Sophia quien estaba en silencio se apartó de su pecho y lo miro con curiosidad.
— ¿Qué es lo que entiendes? — pregunto ella.
— Entiendo porque estaba tan vacío, estaba tan amargado porque me sentía solo, y no estaba conforme con la vida que tenía. Ahora, ver es
