Aún estaba en shock, no podía creer como era posible estar embarazada si había tomado sus píldoras, peor aún en el día que ella había aceptado que estaba completamente enamorada de Alejandro Campbell, y había decidido comprometerse con él. Su ahora prometido revoloteaba a su alrededor muy feliz por la noticia, pidió que se le comentará a la prensa de su compromiso y pronto matrimonio, pues ahora con el embarazo no iba a permitir que su nuevo hijo naciera fuera del matrimonio. Margarita tocó la puerta de la habitación y Alejandro pronunció un “Siga” sospechando que se trataba de ella, entro en la habitación seguida por Ian, quien tímidamente se escondía detrás de ella. — Hola mis niños, he intentado distraer a este pequeño pero ha insistido en ver a sus padres, tiene gran curiosidad po