[KEIRA]
Empiezo a creer que el único propósito que tienen Salma y Mauricio es molestarme, incluso estoy llegando a pensar que quieren arruinar mi vida. Me despido de David, acomodo las cosas sobre la mesa, respiro profundo y una vez que tomo valor para afrontar esta nueva situación, y acordándome de lo que me aconsejo el médico, salgo de la sala de reuniones y voy hacia la recepción.
—Salma— digo al llegar y ella deja la revista que estaba leyendo sobre la pequeña mesa que hay en el centro de la recepción y luego voltea a mirarme —Ya estoy lista— le dejo saber e inmediatamente ella se levanta del sofá y sin que deba decirle una palabra más me sigue hasta que llegamos a mi oficina.
—Gracias por recibirme— comenta mientras cierro la puerta y no entiendo a qué se debe tanta amabilidad.
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