—Fue un placer hacer negocios contigo Collins. —le dice el señor Williams al tiempo que estrechan sus manos. —Sin dejar de mencionar que eres un afortunado al tener a tan maravillosa y hermosa mujer contigo. —se dirige a mí. Cómo respuesta me limito a una hipócrita sonrisa. Vladimir tensa la mandíbula a su comentario. —Lo soy. —afirma Vladimir serio —Y tú también lo eres deberías halagar de la misma manera a tú mujer. El hombre no contesta nada solo observa con desagrado a su esposa de pies a cabeza, situación incómoda para todos hasta que le pido ha Vladimir que salgamos del lugar. La cena fue todo un éxito, tal y como él lo esperaba, consiguió por fin comprar la cadena de hoteles que tanto le interesaba desde hace meses, yo creí que jamás lo lograría ya que el sujeto es un hueso dur