—Te propongo algo. —trató de hablar con él sin perder los estribos y sin llegar a los límites, algo que sea conveniente para ambos. —A que te refieres. —responde aún molesto, renuente de querer escuchar mi propuesta. —Bueno antes de plantear mi maravillosa idea quiero dejar en claro algunos puntos en nuestra relación. —frunce el entrecejo al escucharme pero atento a lo que voy a decir. Siendo así dejó caer mi hermoso trasero en el sofá frente a él y aclaro la garganta para poder comenzar. —Número uno: nunca vuelvas a elevar tú tono de voz conmigo — sin duda eso es lo que más me irrita. —Número dos: deja de tratarme como una estúpida niña y quererme dar órdenes, joder Vladimir soy tu pareja no tu hija. —lo tenía que decir hay ocasiones en las que siento que competimos por quién es el q

