—Dime qué lo solucionaste, por favor, dímelo.
Josh se aclaró la garganta y negó. —Lo siento An, ese tipo es…difícil.
—Es un idiota, ahora tengo un grupo de haters qué dicen cosas horribles de mi— dijo An sintiendo un poco de preocupación.
—No te preocupes, ya pusimos una demanda en contra de la página que inició este rumor.
—¿Eso va a solucionar todo?.
Josh negó. —Solo hay que esperar a que todo se calme.
Mientras tanto Jeremy trabajaba sin prestarle atención a los chismes de afuera, tenía demasiado trabajo como para perderlo viendo tonterías.
No fue hasta que él vicepresidente y gran amigo, Marco Hill, entró a su oficina, golpeo su escritorio y exigió respuestas. —Dime que es mentira.
Jeremy no se inmutó siquiera a verlo, continuó en lo suyo con suma tranquilidad. —¿Qué cosa?.
—Que sales con An Sora.
—¿Quién es An Sora?—Preguntó Jeremy sin perder la concentración en lo que escribía.
Marco se sintió frustrado. —La actriz de Medianoche.
—No se de que hablas.
—Medianoche, la película de acción, ¿No la viste?.
—No tengo tiempo para ver tonterías y tampoco para escucharlas, así que si no tienes nada importante que decir, vete— dijo Jeremy con ese tono frío.
—¿En serio no has visto las noticias Jeremy?.
Jeremy dejó de trabajar y miró a su amigo. —¿Acaso no escuchaste lo que dije?.
—¿Ni siquiera la recuerdas?, ¿Cómo puedes no recordarla?.
Jeremy alzó una ceja. —Empiezas a molestarme.
—Rubia, delgada, ojos verdes, hermoso rostro, ¿Cómo es que ni siquiera la viste?.
—En serio no se de que hablas.
Marco bufó y salió de aquel lugar sumamente enojado, como Jeremy no sabía quien era la bonita An Sora, era el colmo, pero al menos se puso feliz de saber que solo era un chisme.
Mientras tanto, Jeremy se quedó sumamente pensativo, por supuesto que él sabía quien era An Sora, fue tan solo un año atrás qué él supo quien era ella.
Un año atrás…
—Necesito una cirugía.
Jeremy miró a su abuela Carlina y no le tomó tanta importancia, cada mes hacía un esfuerzo por ir a visitarla y desayunar con ella, y hoy era ese día, pero su abuela se veía angustiada por algo y no dejaba de verse en un espejo.
—No necesitas eso— Afirmó Jeremy.
—Ya soy vieja— dijo su abuela dejando de lado el espejo, bebió de su jugo de naranja y bufó.
—¿Qué te ocurre?.
—Las nuevas actrices de la serie, son tan jóvenes y bonitas, en especial An, hace que me sienta patética y muy vieja.
Jeremy alzó una ceja y sonrió, de cierto modo, su abuela era muy tierna al sentir celos de mujeres jóvenes. —Si te molesta tanto, puedo hacer que la corran, así ya no tendrás que verla.
—Eso es lo peor— dijo Carlina aún más deprimida. —Es joven, bonita y encantadora, ha sido muy amable conmigo, si fuera mi hija estaría orgullosa de ella.
Eso era sorprendente, su abuela hablando bien de una colega, eso era algo nuevo definitivamente.
—No hay mujer más bella qué tu— Continuó él tratando de levantarle el ánimo.
La señora Carlina buscó en su teléfono una foto de An Sora, la joven era deslumbrante no solo por su belleza si no por su personalidad, estaba segura de que pronto sería una joven muy reconocida y popular.
Le enseñó una foto a Jeremy y él la miró detenidamente, algo dentro de Jeremy hizo ¡Pum!, de pronto su corazón latió rápido y sus manos empezaron a sudar un poco, sintió los labios secos y los remojó un poco con su lengua, nunca había tenido aquel sentimiento, nunca una mujer le hizo latir tan rápido el corazón.
—¿A que es hermosa?.
Jeremy no escuchó lo que su abuela dijo, el continuaba contemplando a la bonita An, era joven, su sonrisa podría iluminar medio mundo, y su cabello, ¡cielos!, Jeremy se enamoró de una imagen.
—¡Jeremy!.
Él salió de su aturdimiento y miró a su abuela. —¿Si?.
—Ya sabía que tu también quedarías enamorado de ella, no importa, supongo que así es como debe de ser.
—No es tan bonita— dijo Jeremy regresándole su celular.
—Busca una esposa bonita como ella, así tus hijos serán guapísimos.
—Debe de tener cirugías— dijo él seguro de que no podía existir una mujer así de perfecta.
Su abuela rodó los ojos. —No tiene ninguna, yo misma lo investigué, por esa razón es que todas odian a la pobre, me recuerda tanto a mi.
—¿Tú también la odias?.
—No, ¿Cómo podría?, es mi fan, además, me salvo la vida.
—¿De que hablas?.
—Un accidente, solo eso…
En la actualidad….
—Señor, hay un hombre en recepción qué se niega a marcharse.
—No voy atender a nadie— dijo Jeremy tajantemente.
—No viene solo, viene con la señorita An Sora.
Jeremy alzó la vista y miró a su asistente quien estaba atenta a su reacción.
—Hazlos esperar, una hora, si aún están aquí para entonces, hazlos pasar.
—Si señor.