Capítulo 5. Algún consejo.

1543 Palabras
Una semana después… Nicole Solange caminaba a paso firme mientras una mueca en su rostro se negaba a dejarla, llegó hasta una puerta y la abrió de golpe sin detenerse a pensar si estaba bien interrumpir de aquel modo. Entró a paso firme, y miró a todos los presentes, deteniéndose en An Sora, entrecerró los ojos y se cruzó de brazos, Nicole odiaba a An, odiaba qué fuera tan llamativa para los demás sin esforzarse ni un poco, eso había causado qué ambas tuvieran una rivalidad, así que ninguna se toleraba, todos sabían que eran enemigas. —¿Así que ahora eres una caza fortunas?—Preguntó Nicole mientras se acercaba a An de un modo retador. An, quien estaba arreglándose para salir al set a grabar, no entendía qué pasaba, ella y Nicole nunca se hablaban a menos que fuera para lanzarse insultos pasivo agresivos, Nicole era una de las actrices principales en el rodaje en el que An trabajaba, y hasta ese entonces, nunca tuvieron una confrontación qué saliera de los límites. Se odiaron desde la primera vez que se vieron, y por tal razón, el director hacía todo lo posible para que no estuvieran juntas en el set, pero de vez en cuando tenían que ser profesionales y tolerarse. —Tanto peróxido en la cabeza ya no te deja pensar bien, ¿De qué hablas?—Preguntó An regresando su vista al espejo e indicándole a su maquillista qué continuara, la mejor manera de hacer enojar a Nicole, era ignorándola. —Solo dímelo, ¿Cuándo vas a desmentir qué sales con Jeremy Davis?. —¿Eso a ti que te importa?—Preguntó An. —No seas ridícula An zorra, tu no estas a la altura de Jeremy, desmiéntelo de una vez, vamos dímelo ya, ¿Sales con él o no?. An apretó los puños, y a la vez le sorprendió que Nicole supiera sobre Jeremy, ¿Acaso lo conocía?, ¿Eran cercanos?, después de pensarlo unos segundos, no le pareció tan raro, a Nicole le gustaban los tipos con dinero y Jeremy era el paquete completo, millonario y guapo, por supuesto que la muy bruja sabía de él. Pero, ¿Eran cercanos?. —¿Y a ti que?. Nicole sonrió. —Jeremy es mío, más te vale que aclares todo de una vez, ¿Entendiste?, o vas a quedar en ridículo. —¿Tuyo?, ¿Y porque está conmigo entonces?—Preguntó An sin detenerse a meditar lo que salía de su boca. Nicole estaba echando chispas por el coraje, quería saltar sobre An y arrancarle esa sonrisa burlona. —Estoy segura de que él no sale contigo, tan solo mírate, eres una mocosa sin chiste, y él es todo un hombre, ¿Qué podría ver él en ti?, cuando la verdad de que tú y él no son nada salga a la luz, voy a reírme mucho de ti. —Seré yo la que se ría de ti…cuando él me pida matrimonio— Continuó An ignorando la gravedad de decir aquello. Nicole salió de aquel lugar echa una furia, azotó la puerta tras de sí, y An solo trató de calmarse pues su corazón latía rápido por la discusión, una vez que se tranquilizó abrió los ojos de golpe y se levantó de un salto, haciendo que la maquillista se asustara. —¿Qué fue lo que dije?— Se preguntó An así misma. —No sabía que salías con alguien. Las manos de An empezaron a temblar, había dicho aquello en el calor de la discusión y ahora qué lo pensaba bien, era todo un disparate, le había rogado a ese hombre para que dijera la verdad y ahora…estaba en un gran problema. Durante toda la grabación estuvo distraída, tanto que él director tuvo que suspender sus tomas. —¿Te sientes enferma?—Preguntó Josh mientras revisaba la agenda de An. La chica solo negó. —Bueno, supongo que has trabajado mucho, está bien si te tomas la tarde, te llevaré a casa, pero mañana debes de estar más concentrada. Durante todo el trayecto, An estuvo en silencio total, lo cual era extraño, pues ella hablaba mucho, Josh estaba empezando a preocuparse. —Por cierto, mañana vuelve el señor Davis ¿Verdad?, ¿Ya te llamó?—Preguntó Josh. An sintió un escalofrío. —Su asistente me mandó un mensaje, ya llamaron a la prensa, será mañana. —Qué bueno, creí que aquel rumor se detendría, pero al parecer los medios no tienen otra cosa de que hablar, eres tendencia gracias a eso, pero es mejor aclarar toda esta situación, no queremos mala publicidad. —Si— murmuró ella. Esa misma noche, An no pudo dormir, estaba segura de que Nicole iba a reírse de ella para toda la eternidad. De solo imaginarlo se sentía muy enojada. se levantó de la cama y tomó su teléfono. Miró el número de Jeremy Davis y dudó en marcarle, de seguro estaba dormido, no estaba segura de sí ya había llegado al país o no, eran casi las dos de la madrugada y no se habían hablado desde aquel día. —Ya debe de estar dormido— dijo An y aventó el teléfono a la cama, quería pedirle un favor, pero de solo pensarlo, era ridículo, él era un tipo serio y muy formal. Se sujetó la cabeza y de pronto escuchó su teléfono, lo levantó y se dio cuenta de que había marcado el número de Jeremy por accidente, trató de cancelar la llamada, pero fue tarde, él contestó. —Bueno. El corazón de An latió muy rápido al escuchar su voz tan masculina, si le dijeran que ese hombre fue locutor, ella lo creería, tenía una voz hermosa, dio pequeños saltos sin saber qué hacer y respiró hondo. Se llevó el teléfono a su oído y tragó saliva. —¿Señor Davis?. Al otro lado de la línea Jeremy tenía el ceño fruncido, miró la pantalla de su celular solo para cerciorarse de no haberse equivocado al leer el nombre. “An Sora”. Alzó una ceja un poco sorprendida y regresó el teléfono a su oído, no entendía porque le emocionaba recibir aquella llamada tan inesperada de esa chica, se alegraba de haberle dado su número personal, ahora que la había visto en persona, se sentía más atraído por ella. —¿No es un poco tarde para que esté despierta?—Preguntó Jeremy mientras bajaba de su avión privado. —Si…lo sé, lamento mucho molestarlo, yo…es que… Jeremy escuchaba lo nerviosa qué estaba, sonrió y esperó a que ella terminara. —Es que…fue un accidente, si, eso fue— dijo An, incapaz de contarle la maldad qué había dicho y de lo mucho que iba a perjudicarle. —¿Me marcó por accidente?—Preguntó Jeremy sin creerle ni un poco. —¡Si!, justo eso. —Entiendo— dijo él sin ganas de querer avergonzarla. —¿Mi asistente le informó sobre la conferencia de mañana?. —Si, ella ya me dijo, estaré ahí puntual. —Muy bien, entonces la veo mañana, buena noche. —Espere… —Si, dígame. —Usted…¿Qué opina de toda esta situación?, me refiero…¿Le molesta que lo hayan vinculado conmigo?. Jeremy subió a la parte trasera de su auto mientras que su chofer guardaba sus maletas. Cerró la puerta y se puso cómodo. —Tengo cosas importantes en las que ocuparme, un rumor es solo eso para mí, un rumor, no voy a caer en los juegos de los medios, así que, si le soy sincero, me da lo mismo. —Usted debe de ser un hombre muy inteligente ¿Verdad?. —No quiero sonar engreído. An se sobó la frente y suspiró. —Muy bien, no le quito más su tiempo, debe de estar ocupado. —No lo estoy— dijo Jeremy rápidamente. —Acabo de llegar al aeropuerto, ahora voy a mi casa. —Debe de estar muy cansado, ¿Le fue bien en su viaje de negocios?. —Si, me fue bien, ¿Y usted?, ¿Está trabajando en algo?. —Si, es una serie. —Tendré que ver sus trabajos para tener un mejor tema de conversación— dijo Jeremy desabotonando un poco su camisa. An se mordió el labio inferior. —No sea un crítico muy duro. —Prefiero la honestidad, pero me tomé la libertad de ver su perfil en WixFace y me queda claro que la mayoría de sus fans están de acuerdo que usted es muy buena en su trabajo, además de que la llaman diosa, si fuera su novio estaría celoso. An sintió el calor en sus mejillas al escuchar eso último, se aclaró la garganta y se sentó en su cama. —Por favor dígame si tiene algún consejo. —Cuente con ello. An se quedó en silencio al igual que Jeremy, hasta que el teléfono de Jeremy empezó a sonar por otra llamada. —Ya no lo molesto más, que duerma bien—Dijo An saliendo de su trance. —Igualmente, descanse— dijo Jeremy y colgó, sonrió al recordar lo encantadora qué era, si ella no estuviera tan decidida a desvincular cualquier relación con él, sin duda él la cortejaría como era debido.
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