Capítulo 4.Un hombre amable.

1237 Palabras
El mesero llegó y su vista se posó rápidamente en la bonita An, era difícil no verla, a pesar de que sabía que iba acompañada de un hombre adinerado, quería pedirle un autógrafo o una foto, pero él gerente le había dicho que estaba totalmente prohibido hacer tal cosa, que sería despedido de inmediato si no seguía órdenes, así que aquel mesero solo podía guardar su bello rostro en su memoria. —¿Están listos para ordenar?—Preguntó el mesero haciendo a un lado sus deseos y concentrándose en su trabajo. An miró rápidamente el menú y pidió camarones y langosta, junto con una pasta, tenía una figura esbelta y con curvas, cualquiera creería qué se cuidaba muy bien, por el contrario, An Sora era una excelente degustadora, y no se limitaba a la hora de comer. Mientras que Jeremy un poco sorprendido, pidió lo mismo que ella, por un momento pensó que la chica pediría ensaladas o alguna cosa aburrida, pero al parecer, tenían gustos similares, se volvieron a quedar solos y An decidió aprovechar el momento. —Con respecto a ese rumor, ¿No cree que es mejor aclararlo?, no es bueno para mí y tampoco para usted, su novia debe de estar muy molesta y yo… —No tengo novia— Aclaró Jeremy mientras le veía fijamente. An no podía creer eso, un hombre como él sin pareja, eso era algo raro, a menos que él fuera… —Y tampoco soy gay, es solo que no tengo tiempo para buscar una relación— Continuó el hermoso hombre. —Entiendo— Dijo An aún sin poder creerlo. —¿Usted sale con alguien?. An lo miró y negó sin detenerse a pensar. —Pero, de cualquier modo, no es bueno para nuestra imagen, usted es un hombre respetable y yo soy muy leal a mis fans. —En lo personal no me importa mucho. —¡Pero a mi si!— dijo An un poco exaltada. Jeremy suspiró y An se dio cuenta de que de nuevo estaba perdiendo el control, se acomodó el cabello y respiró hondo. —Lo siento— se disculpó ella con sinceridad. —Ya que tanto le desagrada qué nos relacionen, supongo que no me queda más remedio qué ayudarla. —¿De verdad?—Preguntó An muy aliviada. Jeremy solo asintió, podía ver cuánto le afectaba aquella situación. —Quiero decir, no me molesta que me relacionen con usted, pero ¿No ha visto los comentarios que sus fanáticas dejan?, me odian, y estoy grabando una película justo ahora, los chismes de este tipo no son buenos para mí en este momento, si algo sale mal con esta producción, tendré que esperar meses para que alguien vuelva a contratarme, y con estos chismes, ¿Quién querrá hacerlo?. Jeremy desconocía realmente qué clase de comentarios dejaban, sabía que tenía un grupo de fanáticas, grupo qué se formó después de que él donara mucho dinero para organizaciones benéficas, pero nunca le había tomado mucha importancia a lo que las mujeres le decían. —Me gustaría ayudarla, pero es enserio que justo ahora no tengo tiempo, de echo mañana mismo salgo a un viaje de negocios y no regresaré hasta dentro de una semana, si puede esperar ese tiempo, entonces cuando vuelva le diré a mi asistente qué llame a la prensa y aclararé qué todo fue un mal entendido, y que no nos conocemos de manera íntima. An asintió, solo tenía que esperar a que él volviera, aunque en un principio él fue todo un patán, ahora parecía muy accesible, tal vez solo era un hombre muy ocupado. —Se lo agradezco mucho. —¿Entonces no tiene novio?. Aquella pregunta tomó por sorpresa a An, quien no respondió de inmediato, ya había dicho que no, pero al parecer Jeremy quería detalles. —No, mi agencia me prohíbe salir con alguien por ahora, como ya le dije, mi carrera apenas está despegando. Jeremy solo asintió, sabía que An iba a lograr ser muy popular, si apenas empezaba y ya era tan famosa, ¿Qué sería más adelante?. Mientras tanto, afuera, Agatha solo estaba parada mirando la calle, Josh tenía el ceño fruncido, se aclaró la garganta y se animó a hablar. —¿Qué hacemos aquí?, creí que venía por algo. Agatha lo miró. —Es mejor dejarlos solos y que hablen. —Pero la paciencia de An no es buena y… —No se preocupe por eso, mi jefe tiene todo bajo control—Respondió Agatha. Josh no entendía, ¿De que hablaba esa mujer?. Después de un rato, An comía felizmente mientras que Jeremy solo la veía, ella era realmente encantadora, tal y como su abuela le dijo, y ahora que estaba frente a ella se confirmaba algo, ella le gustaba y mucho. An alzó la vista y se ruborizó al ver que era observada, se limpió la boca y se aclaró la garganta. —¿Y a que se dedica señor?—Preguntó tratando de romper aquel silencio tan incómodo. —Tengo varios negocios, me dedico a muchas cosas. An alzó una ceja y sonrió. —¿No es un mafioso o si?—Preguntó ella en forma de chiste, pero Jeremy no sonrió, mantenía su expresión seria. —No, tengo una empresa que se dedica a la venta de artículos para el hogar, cualquier cosa que quiera para su casa, la puede encontrar en Famco. —Oh, ¿Usted es el dueño de esas tiendas?. —Si, además, tengo algunos clubs deportivos, el estadio Davson es mío, y tengo un grupo financiero. —Claro, los bancos Davson. —Si. —Debe de ser un hombre muy ocupado entonces. —Lo soy, mi tiempo es muy valioso, tal vez no para usted, pero si para mí. —Aprecio mucho que me haya dado un poco de su tiempo, y lamento que hayamos terminado enredados en este chisme, si no me hubiera salvado… —Entonces ahora tendría una fea marca en ese bonito rostro, lo cual sería aún más lamentable— Interrumpió Jeremy haciéndola sonrojarse, nunca antes alguien la había puesto tan nerviosa con tan solo verla. An se aclaró la garganta. —La comida está muy buena, nunca había venido aquí. —Si. —La próxima vez déjeme invitarlo. Jeremy asintió, aunque en el fondo quería invitarla a salir formalmente, tendría que ser en algún otro momento, pensó que ella no estaba interesada en lo más mínimo en él, así que era mejor dejárselo al destino. Después de terminar de comer, ambos salieron del restaurante, se miraron una última vez y se despidieron educadamente. Josh corrió hasta An cuando ella se quedó sola, se apresuraron a subir a su auto y solo hasta entonces Josh pidió que le dijera que pasó. —Me dio su número de teléfono, se va mañana del país, por trabajo, pero volverá en una semana y dará la rueda de prensa junto conmigo. —¿En serio?, ¿Hablas en serio?. —Si. —¿Te pidió algo a cambio?. —No, él…fue…amable. —Bueno, solo hay que esperar y que cumpla con su palabra. —Él lo hará, estoy segura de eso—Dijo An recordando esos hermosos labios y esos brazos que parecían iban a romper su elegante camisa de vestir. —Por ahora solo dedícate al trabajo. An asintió, “Si, debo pensar solo en él trabajo”.
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