Dos semanas después... Danna Garrido. Miro detenidamente por segunda vez mi reflejo en el espejo verificando si no tengo el maquillaje corrido antes de tomar el camino al altar después de las buenas lágrimas que derramamos con mi suegra cuando me estaba ayudando a poner el vestido de novia. Empiezo a resoplar continuamente mientras recuerdo el tétrico número que montamos entre las dos hace un rato frente a la estilista cuando nos fue simplemente imposible no recordar cómo justamente en esta habitación hace diez años atrás me estaba alistando también a estas horas para mi boda con Elian y hoy pasa lo mismo solo que con Gael. Las dos nos emocionamos más de lo necesario al recordar aquel día tan bello para ambas y que tengo grabado en mi cabeza y tatuado en mi piel como unos de los mejore