Las manos de Karoll temblaban mientras levantaba la cabeza para encontrarse con los fríos ojos de Logan. —No… no entiendo, ¿Qué es esto? Sus fosas nasales se ensancharon con impaciencia. —No recuerdo que fueras analfabeta. —¿Divorcio? Logan, no puedes divorciarte de mí —protestó. —¿Aún dudas cuando tienes la evidencia en tus manos? Solo firma los papeles del divorcio, Karoll, no puedo seguir casado con una mujer como tú, este matrimonio nunca debió ocurrir. —Pero… pero ¿qué pasa con el equipaje? ¿Por qué has sacado todas mis cosas? Logan la fulminó con la mirada. —Como parece que has perdido la capacidad de comprensión, te lo explicaré, no te quiero en esta casa, ni en mi vida. —Pero… Tessa… ¿qué pasa con nuestra hija? No puedes separarme de ella —dijo Karoll, volviendo sus ojos a