—¿Adónde me llevas? ¿A tu casa? —preguntó Logan mientras se sentaba en el asiento del copiloto del coche de Anisa, quien iba al volante.
—No —negó con la cabeza—. Nunca he visto tu departamento, así que vamos a tu departamento.
Logan sonrió, aunque era un detalle pequeño, le recordó el día en que ella lo echó de su casa, solo Luisa lo había acompañado a su departamento porque Anisa no quería saber nada más de él y el hecho de que ahora todo fuera tan diferente lo llenaba de satisfacción.
Después de que Anisa aparcara en uno de los dos espacios subterráneos reservados para Logan, se dirigieron juntos al ascensor.
Anisa tenía toda la intención de arrinconar a Logan contra la pared del ascensor, pero sus planes se vinieron abajo cuando encontraron a una mujer mayor ya dentro y, para colm
