El corazón de Karoll dio un vuelco, preguntándose por qué él sacaba este tema después de tantos años. Solo podía pensar en una razón, inmediatamente, puso una cara de confusión para ocultar su nerviosismo. —¿Perdón? —Me escuchaste —insistió Logan, con la mirada firme e implacable. —¿Por fin le mostraste esas fotos a Anisa? ¿Qué te dijo? Apuesto a que dijo que eran falsas, ¿verdad? —soltó Karoll con brusquedad—. ¿Y tú le creíste? —Lo que ella me dijo no importa —respondió Logan entre dientes—. Solo responde a la maldita pregunta. —No me gusta cómo me estás hablando, Logan, mejor hablemos después, cuando estés más tranquilo —dijo ella, intentando sentarse de nuevo frente al tocador, pero Logan la agarró del brazo. —No vas a ninguna parte hasta que me responda, ¿De dónde sacaste esas