Yo no tenía demasiado que pedirle a Blue, su vida era un tanto complicada y Adam la hostigaba suficiente como para también yo hacer lo mismo. Tenía mis días con Blue al igual que con nuestros hijos porque aunque los mellizos fuesen hijos de Adam; también me llamaban padre. Loa dio luz a mi vida como siempre lo decía pero tenía que crecer, era más que lógico, me dolía que mi pequeña princesa estuviera creciendo pero sabia que era parte de la vida, también cometer errores como los que había estado cometiendo, errores que no me enorgullecían pero de los que tampoco podía juzgarla porque después de todo Loany era mi hija y debía dejarla vivir su vida aunque mi corazón se llenará de grietas con las lágrimas de mi hija. Mis obligaciones en la manada eran mucho mayores ahora, última