- ¿Me estás diciendo que quieres ir a ver a una humana? - asentí ante la mirada interrogante de mi madre. - y dices que es tu compañera...- asentí nuevamente. - debes traerla. - dijo con seriedad, preferí callar y mirarla esperando saber que quería decir. - no puedes frecuentar el mundo humano, hay reglas que lo impiden. - suspiro. - yo no puedo evitar que se haga la ley contigo, aunque seas mi hijo; aún así no puedo interponer mi poder para evitar que te hagan daño. Hay un consejo, con el que debo hablar de todo lo que sucede y a quien debo pedir opinión en cada decisión que tome. - informó mi madre. - Eso lo sé madre. - me puse de pie. - pero quiero enamorarla, se que los humanos tienen citas antes de ser pareja y vivir juntos como tú quieres que haga con ella. - mi madre se