Rosas y espinas

1378 Palabras
Marcel... La observo comer encantada esa sencilla comida, pero para ella parece un manjar de dioses haciendo que mi corazón se acelere y una sonrisa se forme en mi rostro. Hace tres días no la veía, me informaron que había pedido permiso para ir a Manchester a ver a su madre. Estuve muy ansioso esos días y más cuando he tenido a Holly sobre mí, pero es a quien menos quiero ver en este momento. Mientras observo a Valquiria decido terminar mi relación con Holly porque tengo la firma convicción de conquistar a la hermosa mujer frente a mi comiendo con tanta felicidad unos insignificantes Nuggets de pollo, observo sobre la mesa su portátil y veo que está por terminar el plano de mi apartamento, tomo el computador y observo los detalles, sonrío al ver que todo es tan mi estilo y el estilo de su propio apartamento. -              Oye – dice lanzándose sobre mí cerrando el portátil de golpe – no quiero favoritismos. -              De igual forma el puesto es tuyo – suelto de golpe tomándola de la cintura para ponerla sobre mí con sus piernas a cada lado de mi cuerpo. -              Es broma ¿verdad? – dice y veo que comienza a enojarse. -              No, el puesto fue tuyo desde que quedó vacante – trata de ponerse de pie, pero se lo impido tomándola del cuello para besarla, pero ella me muerde. - Oye – digo tocándome el lugar donde me mordió y siento la sangre en mi boca – deja esa agresividad para cuando tengamos sexo. -              Ni en tus mejores sueños – dice molesta, pero vuelvo a besarla con auténtico deseo.  - Te odio – nos separamos por falta de aire – no quiero el puesto. -              Pero es tuyo – digo y ella trata de ponerse de pie, pero se lo impido. -              Dáselo a otro, no lo quiero – responde poniéndose de pie y yo con ella. -              ¿nuestra primera discusión? – digo divertido y ella me enseña el dedo medio. – no voy a darle el puesto a nadie más – la sigo viendo que camina hasta la cocina a tomar un poco de agua. -              Pues te jodes, porque no lo quiero – responde molesta y yo sonrío. -              Dime a quien quieres que se lo dé – levantó las manos a modo de rendición. -              Decídelo tú – responde caminado de regreso al salón sentándose molesta en el sofá, mi sonrisa se ensancha al verla de caprichosa. -              Tengo una condición – digo sentándome junto ella subiendo sus pies a mis piernas. -              Jodete – dice y yo masajeo sus pies -              Quiero que te encargues de mi apartamento – digo y ella enarca una ceja lo que provoca que quiera besarla y lo hago, me encanta el sabor de su boca, pero aún más cuando frunce el ceño mientras la beso. – solo di un nombre y está hecho. -              No puedo -              Entonces dame tu opinión – digo encogiéndome de hombros. -              No puedo – repite observándome perturbada - ¿Por qué me haces esto? -              Ya que no quieres el puesto dime a quien dárselo o dame tu opinión, pero tú te encargarás de mi apartamento – digo y ella rueda los ojos - ¿puedo quedarme esta noche? -              ¿Qué? ¿estás loco? – dice divertida -              Puedes darme tu opinión sobre quien es mejor para el cargo mientras estamos en la cama – digo y ella estalla en una sonora carcajada. – no voy a tocarte, no aún. -              Solo dormir – dice sonriendo y yo con ella. Terminamos de comer y de ver la película animada que ella disfruta al máximo. Siento mi celular vibrar en varias ocasiones, pero lo ignoro al ver que se trata de Holly o mi madre. Mientras estamos acostados en el sofá la observo y las sensaciones me abruman, me siento en paz, a gusto y muy cómodo, con ella siento que puedo ser yo mismo y las haces que me ve sé que los sentimientos en sus ojos son genuinos. Caminamos hasta su habitación que como todo de ella me encanta, es tan ella. Es una habitación grande de color blanco, dos enormes espejos, el suelo es de color oscuro y hay un cuadro sobre su cama que le da ese toque de color. -              La primera puerta es el cuarto de baño y la segunda es mi closet así que no entres – dice acostándose sobre la cama. Entro al cuarto de baño que es de un buen tamaño de tonos grises claros, blancos y n***o hermoso. Me desnudo para darme una ducha, al salir tomo una toalla para secarme y vuelvo a ponerme el bóxer para volver a la habitación encontrándome con Valquiria revisando algo en su portátil. Me acuesto junto a ella que recorre mi cuerpo con la mirada mientras pasa saliva volviendo la mirada a la pantalla. Sonrío travieso al ver que si le afecto y mucho. -              Imbécil – dice y yo estallo en una sonora carcajada. -              Te escucho – digo besando su brazo -              ¿hablabas enserio? – pregunta cerrando su portátil para darme toda su atención cosa que me fascina. -              Por supuesto – respondo sonriente – pero mañana a primera hora irás a mi apartamento – digo poniéndome de pie para ir en busca de las llaves y mi billetera, vuelvo con ella unos instantes después bajo su atenta mirada – estás son las llaves – digo poniendo el mando en su mano, luego tomo mi tarjeta y se la entrego – y mi tarjeta, puedes comprar lo que quieras. -              Esta bien – dice poniéndolos sobre la mesa de noche – en cuanto a mi opinión, si buscas experiencia Victoria es la más adecuada para el cargo, pero en una dependencia como la nuestra, no solo se necesita experiencia sino talento y creatividad, dos cosas que ni con mil años te experiencia obtendrías – estoy totalmente de acuerdo con ella y justo por eso la quería a ella en ese cargo – Matías es la mejor opción, en mi opinión. -              Matías será – respondo y ella abre los ojos como platos. -              Marcel – dice riñéndome y yo amo como se escucha mi nombre en sus labios. -              Está decidido, mañana mismo hacemos efectiva la decisión – digo sin más viéndola negar con la cabeza mientras se acuesta a mi lado. -              Nada de manos – dice antes de apagar las luces y por primera vez en mi vida duermo con una mujer en la misma cama y sin haber tenido sexo. A la mañana siguiente abro los ojos lentamente encontrándome con un ángel dormido abrazado a mi, su respiración es suave y me hace cosquillas en el cuello. Mientras la observo pienso en lo que siento. Esto es lo que quiero, siento que este es mi lugar. Veo nuestros cuerpos y parecen dos piezas que encajan a la perfección. Pasó mi pulgar suavemente por su labio lastimado y mi pulso se acelera de furia contenida, voy a cortarle las manos a quien se atrevió a tocarla. Mientras la observo pienso en que me espera un largo camino junto a ella lleno de rosas y espinas, pero sin importar lo que se venga, estoy dispuesto asumirlo por ella. A regañadientes me separo de ella para ir al cuarto de baño por cierta parte de mi cuerpo estás más que despierto. Pero lo ignoro mientras me lavo el rostro y me cepillo los dientes con su cepillo. Cuando termino vuelvo a la habitación en busca de mi celular, pero recuerdo que lo dejé en el salón por lo que voy a buscarlo en bóxer. Cuando lo encuentro llamo a mi chofer para que me traiga un traje y también el desayuno. -              Buenos días – dice ella saliendo vestida con ropa de deporte. -              ¿A dónde vas? – preguntó acercándome a ella para besarla, no tengo suficiente. -              A correr – responde tomando un reproductor de una mesa junto a la puerta. -              Pedí desayuno- digo y ella sonríe para después besarme. -              Espérame para desayunar – dice guiñándome un ojo para después salir dejándome solo. -              No solo para desayunar te esperaría.
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