Abby El día parecía no acabar. Pasé toda la noche cuidando a Michael, sospechaba que era más drama que verdadero dolor. Resulta que el hombre tiene un niño interior que acapara demasiado y pide a gritos atención. Luego debí correr a mis practicas y de ahí a la universidad, no veo la hora de llegar a casa y pasar algo de tiempo con mi abuela y Fanny antes de dormir por un buen rato, o mejor dicho dormir bastante. -¡Fosforito! - volteé hacia el gran hombre acercándose a mi. ¿No tuvo bastante de mi? -Michael ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en el departamento?- lo más normal es que este en su trabajo en este momento. -Vine a buscarte, ven conmigo por favor, por favor- no era anormal en él ese intenso estallido de energía, lo que si era nuevo era la preocupación en su mirada. Al