Michael Solo podía pensar en partirle la cara al maldito. No podía concebir la idea de que haya tocado a fosforito. No solo la había golpeado sino que intento abusar de ella. No podía ver claramente, no podía calmarme, solo quería hacer una cosa y era acabarlo. Sabía que mi compañera no tardaría en dar aviso a los demás de lo ocurrido. Debía ser rápido, pero no tonto, debía entrar y encontrarlo, para luego matarlo. Cuando llegué a infierno, caminé dentro de manera tranquila, ignorando las grandes ansias de golpear al idiota de traje. Aún recuerdo la cara de fosforito al contarme lo sucedido, ella temía. No solo al recordar lo sucedió, sino de mi reacción. Y esto lo había provocado este bastardo. -Una cerveza- pedí en la barra, mientras recorría el lugar con la mirada. Tarde en