CAÍDA CUARENTA Y SIETE
“¿No sé por qué es tan agradable conmigo? Preguntó Bobo en medio de una sesión de ejercicios. Héctor acababa de subir para revisarlas, vio los ejercicios y les llevó jugo de naranja fresco para ambas. Luego regresó a trabajar en el taller.
“Bien”, dijo Pickle, “creo que le gusta tu cuerpo”.
Bobo se volvió hacia ella inmediatamente.
“No de esa manera”, se rio Pickle, levantando la palma de su mano para rendirse. “A menos que tú lo quieras también. No, creo que Héctor quiere vestirte con su armadura” Se tomó el jugo de naranja de un solo trago, sedienta.
Bobo quedó sorprendida por eso. Dejó de levantar pesas. “Realmente. ¿Sólo así?”
Pickle hizo un chasquido con la lengua. “Bien, piensa en eso como un muchacho jugando con muñecas Barbies, pero las muñecas son de t
