CAÍDA TREINTA Y NUEVE “¿En qué coño estabas pensando?” le susurró enojada Pickle a Héctor en una esquina de los vestidores. Héctor sabiamente se mantuvo lejos de su alcance. “Es un partido. Eso es lo que tienes”. “Héctor, apenas hemos entrenado treinta minutos juntas. Ni siquiera tenemos un equipo aún, ¡menos aún uno que pueda ganar un partido! Esto no es un sitio ilícito. Esas eran atletas veteranas. Héctor no podemos ganar, maldito borracho con tu gran boca”. “Pickle” “¿Qué?” “Me tomé tres bebidas. Tú me has visto tomar al menos diez mientras hago una armadura. ¿De verdad piensas que me emborracharía y echaría todo a perder?” Ella no estaba tan segura ahora. “No… Así que tú, ¿qué? ¿Te hiciste pasar por borracho?” “Pickle… Lo dejé pensar que tenía ventaja. Esta es una típica pelea