La alarma de mi teléfono no dejaba de sonar, así que me levanté de mala gana y me estiré un poco, miré la hora y me apresuré a meterme a la ducha. Hoy iba a hacer que el malvado Kang Woo se atragantara con su lengua. Tenía que verme de diez, demostrar que estaba a su altura, así que aun en contra de mi vergüenza y mi buen juicio, me puse aquel mini vestido azul de mangas largas y transparentes, con ese hermoso escote que era discreto y sensual. Al verme en el espejo me sentí algo extraña, usualmente no mostraría mis piernas de ese modo, pero era lo que las mujeres de hoy en día usaban, odiaba él cabello suelto, pero no quería usar el mismo peinado de siempre, así que lo sujeté en una coleta despeinada, dándole un toque elegante y jovial. Me puse maquillaje siendo muy cuidadosa de no us