Soy igual a un títere, a una muñeca sin vida, no tengo un motivo propio para seguir viviendo, mis metas son las metas de mis padres, mis sueños son los sueños de ambos, mis ideales, mis gustos, cada uno de esos sale sobrando cuando aparecen los suyos. Ahora que lo pienso no tengo ningún recuerdo feliz de mi infancia, si me pongo a recordar, me puedo ver esforzarme frente a un libro, me veo pidiendo asesorías, pidiendo ayuda a quien se le facilite resolver los problemas de matemáticas o cualquier materia que se me complique, no hay algún recuerdo donde haya ido a una fiesta, a un evento escolar con amigos, porque en si no asistí a ninguno, varias veces pensé en asistir, más había dos inconvenientes, el primero era pedir permiso ya que no me lo darían, el segundo incluso si me dieran permiso
