# DIECINUEVE. – Se levanta el caso, el demandado se declara inocente. —Mi cliente suspiro aliviado. Me dirigió una mirada de gratitud, asentí y comencé a recoger mis cosas. Mi contrincante se me acercó, cauteloso.— Aunque yo ya sabía sus intenciones. – Excelente Srta Bell, me alegra haber perdido contra usted.— Al terminar de guardar mis cosas en el portafolio, gire mi cabeza. La sala estaba desierta, sólo quedábamos él y yo. – Abogado Smith.— Sonreí fingidamente. – No fue nada vencerlo, con permiso. Caminé con paso firme hasta la salida del tribunal. Todos hablaban de la prepotente abogada, la mejor de chicago.— Si, esa era yo. Sabía que tenían razón, siempre he sido ególatra. Porque sé que soy la mejor, este es mi territorio. — Conduje hasta un restaurante en el centro

