[ELÍAN]Finalmente hemos llegado a Las Vegas. Llegue a creer que no lo haríamos, el vuelo se me ha hecho demasiado largo y estoy agotado. Ya tenemos nuestras maletas y es solo cuestión de encontrar el servicio de transporte privado que hemos contratado para estos días. Al salir del aeropuerto, allí está el chofer esperándonos con un cartel con el nombre de mi "publicista" y sin poder evitarlo sonrio. Caminamos hacia él, colocamos las maletas al maletero, y luego subimos al auto. Él se sube y nos mira a través del espejo retrovisor —¿Al MGM?— nos pregunta refiriéndose al hotel y niego.—No, llévenos al Mandarin Oriental.— Lo corrijo y como era de esperarse, ella me mira confundida. —Elían, la reserva está hecha en el MGM, el hotel que tiene el acuerdo con la academia. — Me explica como si es