[ELÍAN] Afuera es uno de esos días otoñales en los que llueve, pero aquí dentro de su departamento, nosotros hemos hecho que fuera verano. Recuerdo vagamente como llegue aquí anoche, pero se porque he venido. Tengo miedo por ella, miedo que la locura de Verónica la lastime. He intentado disipar el momento de decirle todo, lo que más he podido, pero ella apaga la televisión con el control a distancia y voltea a mirarme ya que está sentada entre mis piernas. —Nene, llevas casi todo el domingo aquí y aun no me has dicho que ha pasado anoche con Verónica. Intento ser comprensiva contigo, pero no puedo con todo este misterio que traes. No me has dejado de abrazar en todo el día y yo no sé si es por culpa o por otra cosa. Habla ya por favor. — Me pide y asiento. —De acuerdo... ven siéntate