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1100 Words
Kimberly -me dice tu institutriz que vas avanzando muy rápido. -si señora, madre. -mama, Ki.. -kiwi, le encantaba y todos las apodaron  kiwi, sus familiares mas cercano y amigos. -si.-asintió pensativa. -¿porque escribió todas sus memorias?   -para no olvidar como era ella.  - acto seguido se retiro de la mesa. por un instante sentí pena, pena de aquella mujer que lo había perdido todo su familia y sus amigos, aun el estado de su hija seguía siendo un misterio ¿Dónde estaba?  ¿Qué le paso?  ¿aun seguía viva? y ni hablar de los planes que tenia para mi. Sebastián  -Buenos días mi señor. -saludo - salimos en 5 minutos.  -perfecto.  -su desayuno, esta listo.- me informo la azafata. -te escucho.  - señor, se encontró algunas irregularidades en unos contractos, no ha sido posible completar el persona, además no ha llegado el permiso de el estado para empezar a trabajar. -pero se supone, que debía salir el lunes. -si pero aun están revisándolo, las clausula.  -necesito que apresures eso, mas tardar el viernes.  mansión Larzon    -          He cierto, ¿Qué los Lautner nos recibieran el sábado? -          No exactamente cariño, quedamos de almorzar el sábado. -          ¿Aceptó? – confundida y sorprendida   -          No exactamente, pero no le he dado opción. -          No entiendo que paso con Ivett éramos tan buenas amigos y se volvió otra persona, distante y solitario cuando Edward murió. -          Debemos entenderla amor, debió ser muy duro para ella, posiblemente todo vuelva hacer como antes. -          Eso espero amor. -          ¿Dónde te gustaría que fuéramos a almorzar? -          Puede ser aquí, así estaremos mas en familia y se mantiene en privado. -          Como gustes amor. -          Organizare todo, no puedo creer que veré después de tanto a la pequeña kiwi, me angustia una cosa, que tanto tiempo separado haga que ambos no se lleven bien. -          Eso del amor es una tontería, una vez estén y tengan que pasar tiempo juntos, todo fluirá, Míranos nos amamos ahora.   Si amor, tienes razón, pero conoces a tu hijo, el no se deja regir por nada y aunque siempre ha estado cociente de su matrimonio arreglado, me asusta un poco Kimberly La tarde había transcurrido veloz, entres mis lecciones y uno que otro receso, habían sido días duros, no me sentía feliz viviendo una vida que no quería y no elegí, pero no podía simplemente sentarme a llorar y lamentar, debía hacerlo mío y que sea agradable, de seguro de esa manera el tiempo pasaría más rápido, como si eso importara, esta seria la vida que viviría hasta el final de mis días, las  lágrimas descendieron con autonomía propia. -¿le ocurre algo señorita? – cuestión Martha - No no, solo echaba de menos la casa y tengo tantas emociones encontradas, no es lo mismo sin papa. -  y esta vez sentí mi mundo desplomarse llore, porque sabía que nunca podría decirle a nadie lo que sentía en realidad y lo que pensaba y muchos la verdad de todo, no tenia una vida y no la tendría jamás, ella me abraso. -pero aun le queda su madre y ella esta muy feliz de verla, ella sola durante todos estos años y tenerla en casa la hará muy feliz, puesto que ambas ha sufrido mucho. Me limpie las lágrimas – tienes razón. -ahora le tengo una sorpresa, acompáñeme. – le seguí hasta el piso superior, hasta una puerta. – espero que le guste. -acto seguido abrió la puerta. Era enorme la habitación los detalles parecía de ensueño. -¿Es mi habitación?, ya ni me acordaba esta bellísima. - entre, su madre a elegido el closet y  yo solo organice todo, sé que no me lo pidió pero espero que le guste. -en serio, me encanta los dulces, muchas gracias le abrace.  -es usted muy gentil señorita, para ser hija de su madre. Ambas reímos. Sebastián -todos saben quien soy y lo que hago aquí, saltaremos las presentaciones, quiero un informe detallado de todo lo concerniente a la empresa, finanza, personal y producción todo, desde ahora en adelante quiero que detalle todo en un informe, que cada empresa deberá entregar cada mes a mi persona, estaré supervisando el trabajo de todos y esta demás decir, que como puede que haya ascensos, también cortes de personal que no desempeñe su función correctamente. Me pase la tarde completa arreglando e informando a todo el personal, ya era tarde estaba agotado, había sido un día largo. -pasare por ti, abrieron un lugar nuevo.  – hablo Max al otro lado de teléfono. - yo paso, he tenido un día bastante ocupado solo quiero descansar. - será breve, hermano. - No. -colgado. Realmente no tenia cabeza para nada, solo necesitaba dormir ir a casa y echarme en la cama. Kimberly -          ¿puedo pasar? -          Si, adelante. -          ¿te ha gustado? – refiriéndose a la habitación. -          Si, está muy bonito. -          Hay algo debe saber, el sábado nos presentaremos con la familia Larzon, necesitas causar una buena impresión y no solo eso que todo salga  según lo planeado, la próxima semana llegaran algunos familiares a compartir tu regreso, no quiero fallas. -          Entendido, mama. -susurre. su  rostro demostró emoción y sentí pena por ella, porque su hija estaba enferma y en vez de estar con ella estaba aquí fingiendo que todo esta muy bien, habían tantos cabos  sueltos tantas cosas que no entendía y encajaban en esta historia, pero que no descansaría hasta saberlo. mansión  Larzon  -hijo al  fin llegas, me tenias preocupada. - no soy un niño ma -deposite un beso en su frente. - en cuanto termine de arreglar las cosas de empresa, me regreso a mi torre si. -hijo te echare de menos, no sabes cuanto te extraño. - yo igual mama, ¿samantha regresa en verano, verdad?  -si, eso me ha dicho, casi lo olvido los lautner vendrán almorzar el sábado. -en serio? - aun sorprendido hace años,  no se sabe de ellos y ahora acepta asi sin mas.    -si, también quede sorprendida por la notica,  al fin veras a Kimberly. - Si - dije distante. -¿hijo hay alguna chica por ahí?  -cuestiono preocupada  - Mama, desde que tengo uso de razón, me ha dicho que ella es mi futura esposa y prometida, eso es tan  normal como bañarme, si te refieres que si tengo una conexión con alguien no, no es lo mío.   -hijo,yo... -son negocios mama, tranquila. - para dirigirme a mi habitación, hacia tiempo que  había aprendido a dejar los sentimientos de lado y poner en uso la razón.  
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