Mariana — Voy a salir a hacer unas cosas – dice tratando de sonar tranquilo, pero a mí me inunda nuevamente la furia, seguramente la va a ver a ella — ¿Necesitas que te traiga algo? – me pregunta con suavidad, lo único que necesito es que se quede aquí conmigo, y no que vaya corriendo a verla — De ti no quiero nada – le digo con la voz amarga, puedo notar como la furia invade sus ojos, suspira tratando de contener su enojo y me mira fijamente — Regreso más tarde – dice y sale de la habitación, ¿que estoy haciendo?, lo estoy alejándolo de mí y acercándoselo a ella 30 minutos después tocan la puerta de la casa, seguramente se le olvidó la llave, salgo a duras penas de mi amiga la cama, la cual no me quiere dejar ir, abro la puerta y para mi sorpresa esta Galia parada frente a mi mirándo