Mariana Han pasado varias semanas desde que Alana y Julián terminaron, ella ha estado muy deprimida, yo trato de animarla, pero sé que le duele no estar con él. — Vamos a la inauguración del hotel – la invito, pero Alana me mira sin ánimos en su rostro — No tengo ganas – dice, pero no me pienso dar por vencida, necesita distraerse y esta es la ocasión perfecta — Por favor, por mí – digo con súplica, ella me rueda los ojos — ¿Puedes dejar de hacer esos ojos de cachorro? – me responde irritada, y le sonrío — Está bien –dice derrotada y me pongo feliz. Estamos llegando a la inauguración del hotel, en el cual León y Julián han trabajado, hay mucha gente elegante y distinguida, la verdad a mí no me gustan mucho estos eventos, pero con tal de que Alana se distraiga me sacrifique poniénd